ANITA

Tenía las manos de las Hadas.Cada prenda salida de sus manos nos dejaba sin palabras.Había yegao desde un país en los Balcanes desvastado por la guerra,con los ojos yenos de ilusiones y er corazón pleno de bondad. Largas décadas cosiendo los primores que las señoras acaudalás se pretendian pa lucír en sus fiestas de arta sociedá.Cuando la conocimos ya era una señora viuda, jubilada, que compartía la casa con su único hijo, su nuera y sus dos nietos. Las mamás der vecindario dejaban los niños en su casa cuando debian estarse horas fuera del hogar.Y en su compañía hasta los niños mas rebeldes se volvian angelitos.
Cuando mi Mujer apenas había concebido a nuestra niña, Anita tuvo un sueño. Soñó que había en nuestra casa una niñita; y esta fué la Anunciación que tuvo mi Mujé. Imagináos la expectación que tuvo Anita ante la inminencia der nacimiento de nuestra niña.
Anita disponía de toda una colección de muñecas toítas vestidas por su genio de Hada. Y cuando ya nuestra niña andaba por los dos añitos largos, si no la yevábamos con Anita cada dos o tres dias, nos venía con su premura infantil:
-Que tengo que ir a jugar con las muñecas de Anita, que me estan esperando!
Una hora era suficiente.
Os debo contar que ar hijo de Anita se le presentó la oportunida de comprarse una casa, buen precio, amplia, nueva, en buena ubicación, y sin pensarlo dos veces se mudó allí mismo con su mujer y sus dos hijos, y dejó a Anita sola.
Que fué por tóos mu mal visto. Pero que mú mal, porque Anita ya tenía 78 años! Eso sí, er hijo toítas las tardes se pasaba a verla, se tomaba su aperitivo con soda y , hasta mañana!
Taba Anita acercándose a los 80 cuando un dia se puso mala y gracias a que una vecina paso a visitarla, la pudieron interná en er Hospital. Apéndice perforao!
Veintiún días en terapia intensiva. Iba mi Mujé cada dia a visitarla como las demás vecinas,y ar fin una tarde recaló la consuegra. Ya había por aquel dia güenas noticias sobre la salud de Anita, y lo médicos pensaban darle er alta.
Y allí mismito la consuegra, dice:
-Ahora que le van a dar el alta, vamos a arreglar con Baby ( una vecina) para que se haga cargo de ella.
-Que se haga qué?- le interroga mi Mujé.
-Que se haga cargo de ella...Porque mi hija no puede, trabaja, y los chicos estudian no pueden perder el tiempo con Anita.
-Mire Usté – le dice mi Mujé – cuantos años dedicó Anita a criar sus nietos, que son tan suyos como de ella.Hechamos cuentas? Catorce años de sueldos que cobró su hija, gracias a que Anita crió a los niños, les hizo la comida pa toos, les fregó, les acompañó para aquí y para allá. Lo menos que se ha embolsao su hijita querida son trescientos mil dólares!!Y pretende ud. que Baby, la vecina, mujer de más de 70 años cuide a Anita en estas circunstancias? Señora dígame pa que estamos los hijos en este Mundo, si cuando nuestros padres nos necesitan les damos la esparda? Por qué tuvo que sufrir Anita a que se le perforara el apéndice? Porque ni su hija ni su yerno miran por ella!!
La consuegra se puso verde, morada, y sin decir MU se fué , mientras las vecinas del barrio quedaron batiendo palmas.
Gracias a que mi Mujer la catequizó a la consuegra, er hijo único de Anita contrató una señora para atenderla y acompañarla. Cuando Anita dejó a los mortales, er hijo vendió la casa, se compró un auto cero Km y se fué de tour por las Europas.
Creedme, hay muchas Anitas en los buenos barrios , pero hijos de Anita hay multitudes.

Comentarios

NEKA ha dicho que…
Que gran verdad dices. Conozco y he conocido a unas cuantas Anitas.
Lástima que algunos hijos se les olvide que hay alguien hay que se dejo los entresijos para echarlo adelante y aún después ayudar a su prole. Esos hijos no piensan que llegarán a esa edad e igual se ven de la misma manera.
Acaba la vida y cada vez que encienda su flamante coche ¿se acordará de su madre?
Un saludo.

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