LA SUSY
Susana
- la Susy – no cabía en sí de alegría. Salió a barrer la
vereda – algo que jamás hacía - casi bailando con la
escoba. Estas brujitas de medio pelo !
Se
podía creer que la Susy estaba barriendo baldosa por
baldosa, piedrita por piedrita. Nó! Lo que realmente hacía
era gastar los minutos que faltaban para la hora del
Noticiero . Ahí sí, la ciudad entera quedaría enterada que
SU MARIDO, el Rulo , para mas señas buen mozón, ojos verdes,
cabello ensortijado, pero eso sí, luciendo la humanidad con su
buen traje sastre, camisa de marca y corbata importada. Lo
acababan de nombrar Jefe de Area del Municipio, gracias a
que don Jerónimo tuvo el buen y oportuno gusto de morirse
de repente.
Sucedió
tan de sorpresa, que ella ni siquiera pudo acompañarlo a la
ceremonia de asunción del cargo. Faltaba más ! Ella sin
depilar, sin haberse manicurado, sin pasar por lo de Romano
- su coiffeur - y sin haberse comprado en la tienda principal
un buen traje sastre para que se viera , que la mujer del Rulo
no era menos que el Rulo.
Ahí
estaba, doña Susy cuando aparecí por la esquina, con mis
bolsas de las compras, sudada, maloliente. Apenas la saludé le
pedí un vasito de agua.
Me
hizo pasar y me dió , no un vaso, una copa de agua. De las de
cristal tallado que usa para las ocasiones.
La
Susy estaba radiante con sus ojotas brasileñas y su faldita
bastante generosa, mostrando desde mucho mas arriba de las
rodillas su par de piernas.
-Las
nenas ? - me pregunta. Las nenas bien, ya terminando el
colegio por este año.
¿Sabía
que me separé de mi marido ? le pregunto para reiniciar el
diálogo. Sí. Lo sabía. Yo no sé como hace la gente para
enterarse de las vidas ajenas. Miro sobre la mesa y tenía
unos sandwichs de esos de confitería , tentadores y una botella
de champagne.
“¿Qué
está por festejar, doña ?” Cuentemé. Ahí mismo , la
Susy traspasa todos los decibeles de la alegría y me lanza
la noticia:
-Lo
nombraron al Rulo Jefe de Area !! Se imagina lo que va a
ganar ahora !! Al fin me voy a poder dar todos los gustos.
Todos ! Gracias, gracias a que Don Jerónimo tuvo a bien
morirse de repente... Don Jerónimo era su Jefe, y ya no
hay otro en el escalafón. Así que le ha tocado al Rulo !
-La
felicito! Cómo la felicito , ña Susy ! Es que su señor
marido se lo merece. Tan educado él. Para entrar o salir
siempre dice “Con permiso “ . A lo mejor por dentro te
putea, pero por fuera parece tan caballero.
Iba
a extenderme algo más , pero el momento era el justo. Tragué
saliva y sin perder tiempo le dije:
-Susy,
ahora que su marido está arriba, con los que mandan , con los
poderosos, no me daría un poco de trabajo? Le puedo lavar,
planchar, coser los botones de las camisas, le puedo ir de compras
y si quiere que le cocine, le cocino. Susy , sabe que estoy
embarazada?
La
Susy abrió tamaños ojos, me repasó la figura de arriba
abajo. Se cruzó las manitas sobre sus propios senos y
exclamó :
¿Cómo
Albina, cómo ? No me dijo que se había separado de su
marido ?
Ay,
señora, yo separada lo que se dice separada estoy, aunque la
verdad es que nunca nos casamos. Vio, esas cosas de los
papeles nunca nos convencieron. Mi madre nunca se casó. Mi
abuela jamás pisó un Registro Civil, y eso que tuvo tres
maridos. Es como una tradición y las tradiciones hay que
conservarlas. Yo, doña Susi estaba viviendo en casa de
una amiga chilena, que se fué a visitar a la familia unos
dias y le quedé cuidando la casa. Le estaba limpiando los
vidrios de las ventanas, que no son pocos, y pasó un
vecino de estos que nunca se dan prisa, limpito, prolijito,
oliendo a lavanda y me dijo: “Qué lindo jardin que tiene
señora, la congratulo.” Mire que detalle: La congratulo
¡Gracias! Le dije yo. No se que otras palabras conversamos y
de repente me dice: “¿No quiere que yo le riegue el jardín
?” . Yo lo miré. El me miró. Le contesté : Bueno, pase.
Y el pasó.
La
Susy se me queda mirando y moviendo su cabecita y los ojos
se le extendían tanto, que por un momento temí que huyeran
de su rostro. Al fin exclamó:
-No
me diga que fue así como quedó embarazada ?
Esta
doña Susy ya no es una piba. Bien podía darse cuenta
que las oportunidades hay que saber aprovecharlas.
Comentarios
Gracias, Beatriz, por el buen rato.
Felizmente, Albina no dejaba escapar un tren al paso. Me pregunto si no cogería demasiados para el momento que le tocó vivir... Pero, a fin de cuentas, mejor es saber ver, y coger, los que por delante te pasen y amaguen una paradita, que quedarse eternamente en el andén a verlos pasar, rumiando hacia adónde irán los que dentro van.
El secreto de una vida bien vivida no radica en lo que uno deja a su muerte, sino en lo que ha gastado en el camino. Y, viendo así las cosas, quizá el más pobre al salir haya sido el más rico en vivir.
A este respecto, muy bien resuelto el valor antes expresado, en el acierto de establecer el contraste con la Susy (para quien el colmo de la dicha es permitirse todos esos "gustos", que la mayoría de las veces no hacen sino ilustrar la pobreza espiritual y vital de quien los tiene).
Muy aguda, Beatriz. Impecable.
Un abrazo calenturiento (hoy, aquí,ya anunciándose un ardiente verano, 40ºC) pour tous.