M I R T A
La
dueña jugueteaba con un lápiz cuando la mujer ingresó en
el local y se dirigió con prisa hacia ella.
Parecía
muy afligida y apenas la dueña le hizo una pregunta, se
deshizo en lágrimas y contó que tenía a su hija, su única
hija en coma, internada en el Hospital de Niños.
¿Un
accidente acaso? ¿Qué le pasó a la niña? No sé. Los médicos
no saben decirme. Volaba de fiebre y perdió el conocimiento,
así que la llevé al Hospital y apenas la revisaron en la
Guardia la subieron a la UCI. Tres días que no duermo en mi
casa ni me cambio la ropa y he venido para que me arreglen
la cabeza y al menos me relajo y descanso . “
Con
gestos solícitos la dueña del Salón la ubicó en uno
de los sillones y enseguida la atendieron.
Sollozaba
por momentos, pero entre sollozo y sollozo seguía
hablando. “¿Por qué habré tenido esta niña ? Ah! Porque
mi suegro, tras cuatro o cinco años de casados que llevábamos
con mi marido, me sometió a todo un interrogatorio de por qué
no teníamos descendencia . Porque su hijo ya desde niño era
muy machito y está dotado para ser padre de familia.
Porque, estimada nuera, en esta familia los hijos se paren,
no los vamos a comprar a los países limítrofes ! Y
encarando a mi marido exclamó al borde de la furia: Hijo,
tenga a bien follar a su mujer como Dios manda!”
“ Así
es como me embaracé de Isaura! Por Dios , se lo juro !”
Cuando
se retiró del Salón prometió hacer saber a la dueña como
seguía la niña.
Y
a decir verdad así fue. Horas mas tarde nos pedía que
hiciésemos una cadena de Oración con la gente de la vecindad,
porque la niña había empeorado. ¿Qué enfermedad padece la
niña? Es diabética, y además obesa y lo increíble es que
pese a sus permanentes ingestas está anémica y se ha pescado
una neumonía .
No
mejora pese a todo cuanto los médicos hacen por ella. Recen,
recen por mi hija!” Sollozaba la mujer , celular mediante.
De
verdad, creo que hasta los menos creyentes depusieron sus
actitudes y fuimos todos a rezar el Rosario en la Parroquia y
le pedimos al cura que dedicábamos el Santo Rosario por
Isaura. Convinimos en orar cada 4 horas a partir de las 8 de
la mañana , unos Padrenuestros y Avemarías .
Pendientes
estábamos de las noticias que con seguridad la madre nos haría
conocer. No apareció mensaje alguno de ella ni siquiera activó
su cuenta de Facebook. Doña María, que es la mas lista, nos
animó a todas.
“Vayamos
directamente al Hospital, a enterarnos de la salud de esta
niña” , y allá fuimos.
Preguntamos
por Isaura. No hay en la UCI ninguna Isaura nos dijeron . ¿Y
el nombre de la madre? Ah, si, Mirta es su nombre y viven en
la calle de tal, a la altura del 350.
Busca
el joven que nos atiende con mucha prolijidad, nos vuelve a
interrogar si estamos seguras que la niña está en la UCI ,
pues sí , si acaso ahora no está, pero estos días pasados
lo estuvo. Busca y vuelve a buscar.
Se
mueve y se acerca a otra pantalla y sigue buscando.
Regresa:
-Esta
pasada semana solo tuvimos 3 niños ingresados en la UCI. Y
los tres son varones. Ninguna niña. Tampoco los domicilios
coinciden. No. He revisado los pasados siete dias, y nadie,
nadie, cuya madre se llame Mirta y viva en el domicilio que me
dicen ha estado ingresado en área alguna de este Hospital.
Nos
retiramos del lugar y ya en la acera intercambiamos ideas.
¿Pudiera ser que la niña estuviera ingresada en alguna de las dos
Clínicas que hay en la ciudad? Nos dividimos y formamos dos
grupos .
Quien
primero tenga noticias avisa a los demás. Allá nos fuimos,
caminando a la velocidad que las piernas nos permiten. Y nada.
Había alguna niña internada que no era Isaura , ni su madre
era Mirta ni vivía al 350 de la calle de tal.
Misterio.
Nos volvimos a nuestros hogares hondamente preocupadas por el
caso de esta niña y esa madre. Dos dias mas tarde alguien
recibe un raro mensaje procedente de la tal Mirta, “ Tenemos
la ilusión que se recupere. No nos lo aseguran, pero acá donde
estamos hay otra Medicina..”
Ah!
Trasladaron a la niña. Seguimos con las oraciones con mayor
esperanza. Los dias pasan y el nuevo mensaje que circula por la
red es el siguiente: “Tengo que recibir oxígeno cada 6 u 8
horas, a causa de una congestión complicada con espasmo bronquial
“ . No menciona a la niña.
Insensiblemente
la angustia por el estado de salud de esa niña que ninguna
conocemos se nos va diluyendo como azúcar en agua. Nos
vamos olvidando de la cadena de oración, de Mirta la mujer que
sollozaba desesperadamente.
El
sábado voy a cargar el celular y justo en el momento que
abro la puerta del pequeño polirubro, sale con mucho apuro
una mujer llevando a una niña de la mano. La reconozco. Es
Mirta. Luego del impacto que me causa el hallazgo, pregunto al
dueño del kiosco si conoce a la mujer que acaba de salir con la
niña.
“Sí,
la conozco. Es vecina de hace años “ , me responde. “Han
estado muy enfermas tanto la niña como la madre... “ le digo .
-
La tía esa no se enferma ni que se trague gasolina pura! ¿Que
no lo sabe? Bebe y bebe quien sabe qué y luego hiberna, como
los osos. La niña la cuidan los abuelos y solo los días
sábados le traen la niña unas horas, para que la criatura no
pierda contacto con la madre. ¿Ha visto que niña tan maja?
Hasta estudia danzas clásicas !
Foto: farandulita.com
Comentarios
Y, no la sé ayudar, ni ella me va dejar.
Una historia/cuento de otra época, más ligada al realismo mágico de postguerra, o de un tiempo intemporal perteneciente a una época imprecisa, donde muchas de éstas historias mágicas se nos ubican.
La madre pseudo-alcohólica que vive su propia realidad, la cual entra y sale de la de todos a su antojo (el antojo de una mente desquiciada por su propio exceso).
Hay en esa actitud solidaria, de comadres de barrio, una seña identitaria de ese realismo mágico aludido, ya se trate el italiano de un Rosellini, Visconti o De Sica, o el de, más cercano en el tiempo, un Ripstein, Kusturica o Jeunet. Hoy día nadie se tomaría tantas molestias por una desconocida, así les trajera la Tierra Prometida.
Relato con esas pinceladas de humor tan propias del género y de ti, Beatriz, como ese "ni siquiera activó su cuenta de Facebook" desternillante, por el que un relato básicamente atemporal se nos aparece de súbito en nuestro tiempo.
Al final la realidad supera siempre a la ficción, aunque sea en los tonos grises propios de una cotidianeidad tercamente sorprendente.
Gracias por el regalo, amiga mía.
Un abrazo a todos.