RESARCIMIENTO POR ABUSOS
Ha
regresado uno de mis cuñaos de una gira turística, que le
ha llevado hasta la misma Cremona: la patria de los Violines
mas famosos del Mundo.
Y
luego de contarnos de sus diversas andanzas, por arriba y por
abajo, nos ha colao una historia de un tal Don Mauro
Inzoli, al que la gente de Crema - donde daba misa en la
Parroquia de la Santísima Trinidad y era rector - nada menos
que Rector! del Liceo Shakespeare - apodaba “Don Mercedes”
por su no oculta pasión por los automóviles de esta marca .
“Don
Mercedes” tenía además otras pasiones nunca admitidas en
público: es pedófilo . Finalmente fue llevado a juicio
acusado de haber abusado al menos en ocho oportunidades de
cinco menores , cuyas edades iban entre los 10 y los 16 años.
Otras
quince denuncias contra este sacerdote han caído en la
prescripción
La
mayoría de los abusos fueron cometidos hace 17 años por Mauro Inzoli que ha
sido acusado de” violencia sexual con abuso de autoridad y
violencia sexual agravada por abuso de menores de 12 años “
.
Lo
insólito ha sido que este ya ex sacerdote, que fue suspendido
de sus votos por el Papa Benedicto XVI a causa de estos
hechos consumados de abuso, ha ofrecido a las familias de sus
víctimas 25 mil euros a cada una, como resarcimiento de los
crímenes morales cometidos contra estos niños.
No
hay dinero en el Mundo que pueda RESARCIR a una familia ni a
a quien padeció en su persona de tales abusos.
Resoplando
y a viva voz ha dicho mi cuñao: “Va con suerte este Don
Mercedes! Si caía esta historia en mi pueblo, primero lo
castraban y luego lo dejaban estaqueao al Sol de agosto en
la plaza pública, pa que el Espíritu Santo lo purifique!
Fuente:
Corriere della Sera.
Foto: retelabuso.org
Comentarios
Otro caso más... de sepulcro blanqueado. Blanco por fuera, corrupción por dentro. Y lo malo es que hasta que no son pillados (delatados) siguen repartiendo bendiciones y recomendaciones, urbi et orbe.
Esto me sugiere una cuestión (nada original, por cierto):¿En que manos está la moral? En la que es de rigor, pues que la moral es cosa de servidores de becerros de oro (por más que nos los quieran vender —ellos mismos, los fundadores moralistas— por dioses verdaderos).
Quien hace la ley (moral), hace la trampa (venal). No hay más que recurrir a los procedimientos procedentes (reconocimiento de culpa —a la fuerza—, acto de contrición —aparente—, penitencia —¿purificadora?—, y ya está, salvos estamos). Menos mal que, ahora, la justicia actúa (pero como actúa, tampoco vamos a repicar campanas)
Pues eso, que suma y sigue. Dando ejemplo a la grey.
Gracias, Beatriz, por el eco.
Un abrazo a todos.