LA SALIDA
Mao
Tse Tung tuvo que salir de los Infiernos por mediación de un
francés que llevaba muchos siglos congraciándose con el
Maligno,
a causa que en reiteradas ocasiones dejaba ganar al dueño de
casa partidas de ajedrez.
Cuando
traspuso la gatera infernal, se lo vio a Mao muy alto y de porte
atlético, recuperado de las dolencias y la edad senil que le
habían llevado al óbito.
Lo
primero que advirtió fue que su retrato había desaparecido de
todos los muros y columnas de propaganda y las fotos de Teng
Hsiao Ping reemplazando a las suyas se apreciaban en alto
relieve y resplandecían aún en la noche y bajo la lluvia.
Quedó
estupefacto ante los puestos de venta de periódicos. Allí la
gente se reunía sin apuro a leer los titulares
y a comentar jocosamente la nueva ley de matrimonio. Mao,
olvidándose que era un fantasma tomó al azar algunos
ejemplares.
Inesperadamente
se encontró siendo tomado levemente por el brazo izquierdo
por un polaco que había conocido en los Infiernos: Rostik
Kaneruk, que en los ratos de ocio zurcía las caudas de los
demonios y en horas comunes trabajaba de espía del Maligno.El
mismo Mao sabía de muy buenas fuentes que el Secretario
General lo tenía apuntado en la lista de los miembros
destacados, por lo que al ex jerarca chino se le contrajeron los
humores.
¿De
servicio?, preguntó Mao a Kaneruk.”Visita de Turismo” ,
respondió el aludido.Mao
pensó::
“Si dijo turismo es porque debe haber algo gordo”
El
Vaticano, quizás ? ,preguntó Mao.
”Acabo
de enterarme que hay un polaco en el sitial de Pedro, el Apóstol”
Lo
felicito, camarada Kaneruk: Ud. Siempre bien informado.
El
delegado del Infierno rió con una risita socarrona y llevándose
las yemas de los dedos unidas hasta sus labios enviaba besos
al aire con gesto divertido.
Mao
– comenzó diciendo Kaneruk – el Jefe le ha tomado verdadera
estima y desea que Ud. Progrese en la Carrera.
Honradísimo
– murmuró el ex Premier.”Ud. Sabe que en la Carrera los
servicios
son todos iguales. Ninguno goza de mayor o menor jerarquía.
“Me
está dorando la píldora” , pensó Mao y quiso distraerse
admirando una nave surta en el espigón más cercano.
El
ex premier se dobló para tomar un objeto cilíndrico que yacía
en un cúmulo de basuras a un costado de la dársena.Lo hizo
girar hasta que lanzó un grito:
¡Coca
Cola ! ¡Coca
Cola envase de latón!!
Mao
estaba tan rojo y doblegado por la elevada estatura,que
le hacía recordar a Kaneruk una cacerola abollada en la que su
madre cocinaba el borsch.
-Belcebú
ha dicho que no
hay inconvenientes en que abra usted una feria de novedades en
París...
Mao
dejaba escurrir unas lágrimas sentado sobre un adoquín relamido
por desechos de petróleo.
-Su
labor estará concentrada en la compra y venta. Podrá viajar.
Correr mundo y … quien sabe - le animaba el polaco.
“Mao
compórtese. Por mucho Jefe de Estado que Ud. Haya sido, por
líder, todo eso ya pasó. Debe reconocer que la China de Mao ya no
existe. Teng y los que sucedan a Teng pasarán y China seguirá
siendo China. Este mundo está cambiando aceleradamente. Pronto
sucederá un colapso internacional. Todos los países quedarán
enterados que Fort Knox está vacío y que las reservas de oro
se quemaron en las guerras perdidas, en carrera armamentista, en
espionaje, sobornos y gobiernos títeres. Hasta nosotros dejaremos
de usar nuestras anacrónicas colas archi-remendadas con similes
de mono y adoptaremos rabos de dacrón. Imagine la inmensa
población actual de los Infiernos va a septuplicarse en la
próxima década. Belcebú en persona ha tenido que visitar a
los directivos de la Casio para interesarles en una
supercomputadora y banco de datos que pueda mantener nuestros
archivos al día. No es fácil. Siempre se nos desliza algun
internado, tal como usted
mismo lo ha logrado.”
De
inmediato se oyeron disparos
de pistola. Hombres favorecidos por las sombras huyeron en
bicicletas hacia el bosque cercano y como impulsadas por la misma
mano endebles luces se encendieron en las cercanías. Desde la rada
se dejó oir una sirena de alarma y algunos barcos, entre ellos
el yankee, se iluminaron de proa a popa. Una gran manguera de
incendios fue corriendo por uno de los muelles y a medida que
los disparos se multiplicaban, el aire se iba llenando de
signos de peligro que se azuzaban y perdían en torno al
bosque. Finalmente un jeep de la Prefectura apareció gastando
los faros con el “encendido a giorno”. Los militares
aparecieron blandiendo con soberbia sus itaka.
Los
cuatro militares bajaron del jeep, corrieron en diagonal, caminaron
con
sigilo junto a
un muro que los visitantes del Infierno no habían advertido,dos
de ellos estuvieron a punto de matarse chocando espalda contra
espalda,pero nadie vio a Rostik Kaneruk dialogando con Mao Tse
Tung ,sentados a horcajadas sobre la pared.
Tampoco
escucharon el breve diálogo que ambos sostenían:
Es
muy dura esta posición – decía el ex Premier achicando la
eminencia de su voz.
“Es
excesivamente dura hasta para unos pobres diablos como nosotros
“ , dijo el polaco.
-Permita
que regrese a los Infiernos – rogó Mao y algunos lagrimones se
le corrieron de los ojos.
“Imposible.
Belcebú lo ha confinado a la feria de novedades de París”
Rostik
se sintió alcanzado por un estado de creciente euforia que le hizo
sudar azufre, sin embargo dejó que el evadido masticara la
negativa y luego dejó caer su respuesta:
Unicamente
que pactemos una permuta. “¿Cuál?” exclamó Mao con
ansiedad.
-Yo
me haré cargo de la feria y Ud. Irá de zurcidor de las
diablas caudas.
Mao
pensó: “Polaco reaccionario” , pero antes de que el espía se
arrepintiera de la
oferta respondió: Que sea !!
Comentarios
Con Mao hemos topao. La verdad es que uno oye hablar de este personaje y parece trasladarse a la noche de los tiempos, a una época oscura tal cual la temprana Edad Media. Nada en la China actual alude a tal histórica figura.
Eran otros tiempos. Tiempos propicios para la revolución... y para las guerras más sangrientas que ha vivido la humanidad. Lo uno con lo otro. Como la yenka: un pasito para adelante y otro para atrás, un dos tres, salto que te crió.
Se nos viene el bueno de Mao de retornado del averno a donde —según tradición— suelen ir todos los comunistas (al menos eso nos han predicado en esta España nuestra durante los cuarenta años de dictadura). Se nos viene Mao, eso sí, sin rabo ni cuernos —al menos tú no los mientas, Beatriz.
Pero viene perseguido por un veedor/espía de Satán, no se le desmande el retornado. Un espía que, además, es polaco (¿por qué polaco?), como el Papa que sienta sus reales en la silla de Pedro en esos momentos (¿habrá algún guiño de nuestra amiga a la índole real de los "polacos"?).
Poco en la China de Deng Siao Ping y nada en la de sus sucesores hay de aquella China revolucionaria exportadora de revueltas igualitarias. Ahora la China comunista se ha hecho capitalista por arte de birli-birloque: nada por aquí, nada por allá, y... ¡ale hop! Comunismo Capitalista habemus. No me extraña que el bueno de Mao no quisiera quedase y prefiriese el acogedor calor de las calderas de Pedro Botero.
Aquí quedó el espía polaco, quizás a jugar unas partidas de ajedrez con el otro (quién sabe si espía también, en avanzadilla).
Gracias, como siempre, Beatriz por proponer y relatar sugerentemente.
Un abrazo a todos.