EL SUTIL AFRICANO

 

De  tanto  viajar  por este  Mundo,  mi amigo  Pierre  tiene   tonelás  de  amistades. Y gracias a la  Internet  siguen en  contacto  y  se  pasan  sus  chismes  y  otras  bacterias.

Me  contó  hoy – mismito  en este  día y  casi de  madrugá – que se  había  conectado , por  un  mero  error  con  un amigo  africano  que  vive   en el mismo  corazón  de  un  asentamiento   del que  se  rumoraba -  años ha – que  fueron  antropófagos. 

Su asistente  es   un joven   proveniente  de esa  tribu.  Entra  el  amigo africano de Pierre  en   el despacho del  joven  y  lo  ve   como  embelesado   mirando  algo  en la  pantalla  de  la  compu. 

Con  discreción  le  pregunta:

 ¿Qué  se  está  viendo  con tanta atención ?

“Pues  a  una  multitud  que  ha salido  a las  calles. Son  de  otro  Continente. O  de  una  Isla  del  Mar  Atlántico.  Se   quejan de la  falta  de  comida,  de  medicinas,  de  galenos, de  zapatillas, pero lo  peor  de todo, la  falta  de  libertad  para  decir  las  injusticias que les  afligen. Y que  llevan  asi  60 años ¡!

   Multitudes  se  ven,  caminando  con sus  carteles  de  reclamos y  de repente,  se les  mezclan  los  policías  y se  arma  una  confusión   de  ruta madre!   Luego  aparece una  primera  fila  de  señores – porque ciertamente  se  lo  ve  muy señores -  en  camisas  blancas, sus  buenas  gafas  con  armazones  de  oro, bien rellenitos  todos, sentados en  un  gran  auditorio.  Luego  enfocan al  jefe  que  se  tienen  en  ese  País .   

Se presenta  elegantón , de  buen  traje,  con enormes  espaldas, que  le  calculo  70 centímetros  de hombro a  hombro ¡!  Con un  bonito  tostado en el rostro. Y  no he  podido  con  mis  genes.  De  inmediato  me lo  he  puesto a  imaginar  al  tal  Jefe  rotisado  lentamente  como  se  hacía  por aquí  los  siglos  pasados,  bien  adobadito   con  nuestras  finas  hierbas, y  ralladura  de  trufas negras ¡ Que  manjar ¡  Y como este  tío  se  ve  tan  abundante,  pues  un  fiestón   para la  tribu  ¡!”

Nos  hemos reído a  carcajadas. 

-          Y dime – le  pregunto a  Pierre  -  sabe  tu  asistente  a qué  País  correspondían  las  imágenes que  estaba  mirando?

-          Y  el  amigo  africano  le  responde: Qué  va a  saber ¡ Gracias que  no se lo  sabe ¡!”

FfFoto : La Brújula Verde.