CATALINA LA GRANDE DE RUSIA

 

Tanto  que se  habla en estos  días  de la  invasión de  Putin a  Ucrania,  y se  muestran  tantas  imágenes   de  los  unos y  los  otros,  ayer mismo  veíamos  personas  adquiriendo  sedantes  y  tranquilizantes  en  farmacias  del  centro  de  Moscú.  Ahí  mismo  tuvimos oportunidad  de  apreciar  algunos  edificios  que  con seguridad  pasan  del  siglo. ¿Y  que  vemos?   El  mismo  estilo de  edificación  que  cualquiera  de las  grandes  urbes  europeas  de  esa  época.

 Catalina La Grande, no era  rusa. Era nacida  en la  Pomerania, entonces  germana  y actualmente  territorio  polaco.  Luego de convertirse en la esposa de Pedro III, se llevó a Rusia a los artistas e intelectuales más importantes de toda la Europa de su tiempo, al  igual  que  los  mejores  artesanos.  Y esos talentos están reflejados en  la  belleza  de  las   construcciones  que  fueron  una  marca  de  identidad  de la  Gran Rusia. Destacándose   elementos tan  bellos como el ámbar y el lapizlázuli. El  matrimonio  perfecto: la excelencia  de  los  materiales  y  las  manos  que  los  tallaron.

 Las mejores colecciones de obras pictóricas están en el Museo del Hermitage, en San  Petersburgo. Ni que decir de la literatura que surgió  más tarde. Entonces Rusia estaba integrada a toda Europa. Algo que se  quebró con la Revolución  que  acabó  con todos los  Romanov.

Rusia tan   distante  de  las  otras  capitales  europeas en  los  pasados  siglos,   más  con  identidades  similares,  que,  hoy  lo sabemos  gracias a  la  incansable y  sapiente labor  de  los Arqueólogos y  otras  disciplinas,  no  hace  mucho tiempo  se  hallaron  en  Atapuerca   restos  de  Denisovanos. Lo  que  significa que  en  tiempos  bastante  remotos  llegaron   estos  Denisovanos a  nuestra  España.

 

“Los denisovanos fueron descubiertos en 2010 por un equipo de investigación dirigido por Svante Pääbo, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, que secuenció el genoma de un fósil encontrado en la cueva de Denisova en Rusia, y demostró que pertenecía a un grupo de homínidos que era genéticamente distinto de los neandertales.”

En una  palabra: los  Europeos  hace  miles de años  que  nos  intercambiamos  genes. Es  hora  de  aprender  a  mirarnos  como  lo que  realmente  somos:  LA  GRAN  FAMILIA  HUMANA.

Ilustración: Catalina  La Grande  de  Rusia/ La Vanguardia.

Fuente: Wikipedia /  Fundación Atapuerca.