EL PRIMO GUAPO


 

Creer  en el Destino  o no, nada cambia. El Destino  obra en los tiempos  que le fueron  señalados. Ni un día más  ni otro  menos.

Era nuestro  primo. Era  super  guapo. Tias, abuelas, se desvivían  por  él. Las mejores frutas, los  emplumados  más  apreciados, eran  para  él. Fue  creciendo  con músculos  como si fuesen  un ejército  de  guardianes en su  cuerpo. Sonreía a  menudo enseñando  la  perfección  de su  dentadura. Oía  hablar y  cuando algo que se  contaba  era  de su  gusto, daba  unos  suaves  pellizcos al narrador.

Más  cuando  llegaron   Médicos  a  conocer  la buena salud  nos enteramos que el  primo guapo  carecía del don de la palabra .Era  sí muy  observador .Hasta  se  colgó el aparato  que  los  médicos llevaban  a modo de collar y con el que  escuchaban  los ruidos interiores de  nuestros  cuerpos.

Cuando  los  médicos  decían “Oh, tienes  gatos ¡!”  a niños   pequeños, ellos protestaban. Y gritaban: Mentira, mentira!! Pero  convencían a las  madres de dar al tal niño  unas cucharadas  del líquido  que salía de  los frascos que les dejaban.

Aquellos  días de visitas de  Médicos  eran  inolvidables. Todos en la aldea  participábamos  de  almuerzos y  cenas . Se  cocinaban  manjares. Incluso  lavar  los  cuencos  era divertido. Llevábamos  los  cuencos al  río y cada uno  limpiaba  los que había usado la familia.

Nuestro  primo guapo  se sentaba en medio  de  los  Médicos. Y  demostraba  alegría moviendo  brazos y  piernas. Por  la  noche  se cantaba a  viva  voz en  honor de los  visitantes.

Le  enseñaron a  aplicar  inyecciones. Y a lavarse las manos  con “soap”.Fue todo un  problema  porque  luego  todos  nos queríamos lavar  las manos con  soap .Y hubo discusiones  hasta entre  los  abuelos.  Más  entonces, algunos de los  Médicos  llevaban unas  cajas  chatas, de colores, por  donde hablaban  quién  sabe  con qué  gente y tras  ello, los  Médicos  nos aseguraron  que en un par de  jornadas todos en la aldea  tendríamos  soap.

Lo que  nos  chocó de su  visita, fue que, con los  Médicos también se fue  nuestro  guapo  primo  y ahí nos enredamos con el  Destino.

Desde  entonces la  madre del  primo vive  diciendo: “ Ved  como  éstos  Médicos me  robaron  mis sueños. Debí  romperles mi  cántaro  Sutil  en sus  cabezas ¡!

Foto: Viajes Gambia / Raíces  africanas. Terres Llunyanes.

 

 

 

 

 


Comentarios

Albada Dos ha dicho que…
Muy buen texto. Esos Médicos, queriendo ayudar, desbarataron el destino del primo guapo, y con ello el de su madre, quien no comprendía las razones, por mucho que supiera hablar.

Un relato precioso. Un abrazo
Beatriz Basenji ha dicho que…

MUY BUEN LUNES ALBADA DOS !! Esos universos de las Aldeas, donde la gente es una familia! Por suerte, en nuestra España hay sitios así.Donde nacieron y vivieron su juventud mis suegros en Trevijano, La Rioja.Cuando fuimos a visitar a los parientes de mi esposo que allí vivían, pues nos brindaron un almuerzo debajo de unos árboles. Y cercana al ocaso,apareciéron las ovejas con su Pastor.Alli, en el camino había una Ermita erigida por un Tío Abuelo de mi esposo, y las ovejitas iban todas a rascarse los lomos a ese lugar !! Inolvidable !!
Otro abrazo para ti, ALBADA DOS !!
l'imposteur ha dicho que…
Seguimos en África, donde el Primer Mundo, a veces con la mejor intención, entra como elefante en una cacharrería, intentando solucionar problemas que no son tales sus moradores... porque, ¿dónde se encuentra la felicidad? ¿Quién lo puede decir? Como dice el texto, el destino ya tiene la longitud de los hilos de la vida medidos y asignados, aunque nos resistamos a creerlo, por no negarnos la añagaza de la libertad. También, en su tejido, está escrita esa injerencia de los portadores del progreso en las sociedades primarias, más ligadas a la tierra, más sencillas, trastocando sus frágiles equilibrios.

El primo guapo, (¿sordo?)mudo no era menos guapo, pero, a decir de los galenos, le asistía el derecho a una mejor vida (¿y quién lo podría, así, asegurar?), por lo que se lo arrebataron asu madre, a su familia, privándoles de lo más sagrado que los humanos poseen: sus sueños, la esperanza de un futuro en quien, por naturaleza, lo debe desarrollar. Los caminos de la realización humana, los de la felicidad, son ignotos. El Destino los conoce, los humanos no.

Lo que sí sabemos, a través de este tierno cuento, es que las mejores intenciones suponen, con frecuencia, las peores opciones. El primo guapo dejó de serlo, por la simple razón de que desapareció de la existencia de aquellos que así lo consideraban.
Allá se metan su "soap" donde les quepa, diría la familia del primo guapo a toro pasado. A los indígenas americanos y africanos los europeos en los siglos XVIII y XIX les daban cuentas de cristal y licor a cambio de sus riquezas. La candidez y la ingenuidad de aquellas sociedades arcádicas, ajenas al engaño y la avidez, fueron víctimas fáciles de estos portadores de la técnica y el progreso.

Precioso relato, Beatriz, que deja el aliento suspendido y la mirada perdida en nuestra pretendida superioridad. Aire fresco que nos trae el aroma de la sabana y el misterio de la jungla.
Beatriz Basenji ha dicho que…
GRACIAS L'Imposteur!! Es que tengo un AMOR especial por estos Pue blos que han permnecido fieles a sus Tradiciones.Sus moradas han surgido de su ingenio y de su sentido estético, porque en algunos casos cada hogar es una OBRA DE ARTE.Ellos nunca han depredado la Naturaleza que los rodea. Todo lo contrario. En REALIDAD, nosotros debemos aprender de ellos.Ellos viven en Comunidad y comparten como otrora también nosotros - en nuestra EUROPA RURAL -vivíamos de ese modo.El PRIMO GUAPO era mudo. Pero oía perfectamente y estaba enterado de cuanto ocurría a su alrededor.Eres muy generoso en tus apreciaciones !Q! GRACIAS , otra vez !!

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