EL RELATO DEL MUCHACHITO ( 2 )


 

“Patatas. Papas. Cosa  desconocida.  Trufas  nuestras buenas! Extranjeros  pagar moneda fuerte  por  ellas “

Nos quedamos  boquiabiertos mirando al  muchachito. 

“Maestra que da clase no creer a  mi. Invento, dice. Otros alumnos  decir: Ah, si del verbo  trufar. Yo trufo, el trufa. Os  echaré de la clase a todos, clama  la  Maestra. En Africa  comemos  trufas. También rinocerontes se  las  comen.  Ellos  tienen  su  cuerno  para  encontrarlos. Ancianos de la tribu  enseñar  que  monos  nunca  lleven  a su  boca  las  trufas,  porque  ya  no habrá  para  la gente.

Cada  día  tiene  novedades. Acá  no sucede.  Dias son  iguales.. Allá  hay que  ver  si  el  Maestro  dará  clase  bajo qué  árbol. El cuida  que  los  insectos  no vengan. Nunca se sabe cuándo  llegan con  ganas  de atacar. Algunas ancianas  conocen  qué plantas  abomban  a los  volantes. Cuando  cae  el  agua de los  Cielos  ellos se  calman. El  jefe de la tribu también.

Un día se  puso peor  que  un gallinero de  gallinas ponedoras cacareando. Convocó a todos los hombres y  los  puso a  cavar un  pozo.  Amplio.Enorme. Más grande que la torre de Babel  pero  hacia abajo.  El problema era que solo  había en toda la aldea  tres  palas  para  realizar la obra.   Se sabía que existía una cuarta  pala  cuya  dueña  era a veces sorda, y  cuando los chicos de  la vecindad  íbamos a pedirle  de sus pasteles, no solo era sorda, sino también muda. Pero su  marido  tenía  sus sentidos  en buena situación  y  él  nos traía  unos  pocos  pasteles, que repartíamos según las reglas  de las  Matemáticas que nos enseñara el  Maestro.El Cateto. La Hipotenusa. El  rectángulo .

¿Para qué se cavó  aquél pozo  interminable, que nunca se  pudo medir, porque no había  suficientes  sogas ni  cosa parecida. ? El Jefe dijo que  para “pozo ciego” y  ahí  todos nos  confundimos, porque nadie  sabía que  los pozos  tuvieran  ojos o la potestad de  ver, como los  brujos.

Más  luego se  atusaba  la  barba rulosa que se tenía, y caminaba  por toda la aldea  casi  cantando: “Para qué hicimos el  pozo  si  no tenemos  los infinitos tubos  que se  lleven  lo que hay en  nuestras  letrinas   al  enorme  pozo ? Ah! No se puede confiar en  las  ideas  que traen  los  visitantes ¡!”

Foto:Tribus Africanas: Nombres, Significados y Costumbres

    

 

Comentarios

Albada Dos ha dicho que…
Muy original e imaginativo este muchachito. Pozo ciego, qué expresiones tan difíciles de entender usamos a veces, es verdad.

Me has hecho sonreír. Gracias. Un abrazo
Albada Dos ha dicho que…
Muy imaginativo. Qué de expresiones difíciles de entender usamos.

Gracias por hacerme sonreír. Un abrazo
l'imposteur ha dicho que…
Algo hay de escritura automática, Beatriz, en tus relatos como este; y de surrealista, también. Seguro que Bretón tendría algo que decir al respecto.
De la trufa africana (grandes como patatas grandes, al parecer) a las precarias y artesanales fosas sépticas. Evocador ese preguntarse sobre los "ojos" de un pozo (que siendo pozo, por subterráneo, como los topos no debería necesitar ojos). La tecnología y el "progreso" chocando con el primitivismo que carece de los pasos intermedios que dan sentido y significación a los "inventos".
Como siempre, entrañable e imaginativo el relato.
Sí, amiga mía. Como un gas o un líquido que rezuma por la válvula de escape de tu maquinaria de creatividad en ebullición.

Gracias por estas muestras de realidad mágica.

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