LOS PECES
He
visto saltar un cardumen
de peces sobre
el agua. Una tarde de
Enero. El sol doraba
el Puerto. Y
nosotros allí. Bebiendo con
los ojos la
felicidad de aquellos días.
Ahora, el reino
del viento confisca con
sus ráfagas los días
dorados.
La última
vez que me
permitieron verte ibas
caminando con una
prisa colosal por un
campo que alguna
vez fue arado. Ibas
hacia el sur.
Seguramente estabas
decidido a enfrentar
los mismos Vientos. Y
esas manías que
los distinguen: jugar
con la tierra
reseca y causar
verdaderas tormentas .Seguros que
la gente los
habrá de tolerar,
pese a todo.
Porque cuando se
lanzan a más
de l40 km. Por
hora, no queda nada. Lo
destruyen todo a su
paso. Reducen las
bellas casas de
los humanos a
un montón de
astillas.
Sois como
aquella dueña de
máquinas de tejer,
que aparecía cuando
se había caído
algún punto y
la carrera ya
no tenía arreglo. Ella aparecía
justo, para hacerte
caer tu trabajo
y que lo iniciaras
de nuevo.
Pequeñas Penélopes.
Esperado a su
Ulises. De tanto esperar
aprendí a cultivar
letras. Y luego las
traduje a idiomas
de otros siglos. De otras mentes
que fui descubriendo. Entonces los
dioses no eran
tan esquivos. Cumplian el
ritual que dice que
aquél que no tenga
Maestro en la
tierra, le será dado
desde el Cielo.
Entonces ELLOS
me instruyeron. Y para cuando
aprendí los secretos
de los libros ahí
me di cuenta
que mis Maestros
no habían fallado.
Que
me lo habían
revelado todo. Y si. En el
principio fueron los
Peces.
.Foto: iStock/ credit:paulbcowell
Comentarios
Un abrazo grande.
Lo has vuelto a hacer, amiga mía: otra expresión, impecable de imágenes sugerentes, de ese genio evocador de los mundos que habitan "este" mundo.
Gracias por percibir y transmitir.
Quizás sí, en el principio fueron los peces, mediadores elementales entre el agua (que los acoge), la tierra (hacia la que tienden) y el fuego (que los recrea, y que reflejan con su miles de especulares escamas).
Ese es mi alimento Espiritual.
Beatriz.