EL CIELO HA GANADO UN ÁNGEL
Transcribimos para nuestros lectores una nota que nos ha hecho llegar el Dr.
JUAN DE DIOS RAMÍREZ- HEREDIA. Abogado y Periodista, actual Presidente de UNION ROMANI ESPAÑOLA. El título de la nota original es el siguiente:
HA MUERTO UN NIÑO. EL CIELO HA GANADO UN ÁNGEL.
El hambre y el miedo tienen más fuerza que las alambradas.
Cuando
esta mañana he visto la fotografía de Aylan Kurdi, el
pequeño niño sirio muerto por ahogamiento en la playa mediterránea
de Turquía, he sentido en la garganta un nudo de aquellos
que te impiden respirar con normalidad. Sabía, como lo sabemos
todos, que esto está pasando. Que son miles de cuerpos los que están
convirtiendo el fondo del Mediterraneo en un fosa infernal, como
también sabemos que antes que Aylan Kurdi, muchos, muchísimos niños
inocentes han perecido junto a sus padres al hundirse el barco de la
muerte o la cáscara de nuez en la que les habían subido unos
malditos traficantes sin alma de seres humanos. Lo sabíamos, pero no
lo habíamos visto. Nos lo imaginábamos pero no habíamos recibido
el puñetazo en pleno rostro que representa ver a este niñito de
tres añitos, tumbado en la arena de la playa turca. Hemos visto su
foto pero no hemos visto la de su hermanito, Galip, de cinco
años, ni la de su madre ahogados también en este episodio
diabólico.
Y
todo esto, ¿por qué sucede? La respuesta es tan sencilla como
aterradora: sucede por causa del egoísmo de quienes lo tenemos todo
y queremos protegerlo al precio que sea. Es evidente que no me
refiero a usted, que es tan amable de leerme, pero usted y yo
formamos
parte de una sociedad egoísta que encuentra mil argumentos para
justificar
nuestra inoperancia diciéndonos a nosotros mismos: “¿Y qué
vamos a hacer? Aquí no caben todos.”
Un
día, cuando en el Parlamento Europeo los Gobiernos discutían si
situar al ejército en el perímetro exterior de los países que
integran la Unión Europea para impedir la entrada de los emigrantes,
alguien con sobrada autoridad nos dijo: “Esa no es la solución
porque el hambre tiene más fuerza”. Y llevaba razón. Estos datos
hablan por sí solos:
Cada
30 segundos muere un niño a causa de la malaria. / 2.000 millones de
personas carecen de los medicamentos esenciales. / Más de 1.800
millones de personas no tienen agua potable. / Más de mil
millones de personas viven en la pobreza extrema. Sobreviven con un
euro diario. El 70% son mujeres. / Y la mitad de la población
mundial ─este es un dato que me sorprendió grandemente cuando lo
supe─ nunca ha hecho una llamada telefónica.
Estas
son las causas sangrantes que empujan a las poblaciones africanas y
del Extremo Oriente a buscar un medio digno de subsistir. Y no es
extraño que así sea cuando comprobamos que el 84% de la riqueza
mundial está en manos del 20% de la población. Hace unos años los
países ricos del planeta destinaron a la lucha contra la pobreza el
0,25% de su Producto Interior Bruto (PIB). Es decir, destinaron la
décima parte del presupuesto que tenían destinado para sus
políticas de Defensa, que era una millonada de dólares. Pues bien,
solo con duplicar la ayuda a combatir la falta de alimentos se
erradicaría por completo el hambre. Es
decir,
bastaría con pasar del 0,25% al 0,44%, lo que sería la quinta parte
del presupuesto de defensa.
(continuará en otras dos ediciones )
Ilustración: www.recreoviral.com
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