EL NÚMERO


 


El  número  ambulaba  monocorde

Preciso. Niño áureo

Hilvanando

La divina  madeja

al jazmín africano.

El  beso  del  Océano  daba  paz

a los mundos:

Uno al Este  dormido.

Otro en  miel y  hoja muerta.  Paredón

al  otoño.

Contra  el  viento 

Windhoek se  dormía.

Contra el  viento  el Torreón cruzaba  lanzas.

Fue  entonces el  número  perfecto.

El beso que  subía

Descendiendo

Las  escalas de ángeles, se  posa

(satélite  por  medio  y  ras  del  cielo )

no  en tu  raid de tigres

no en mi  rosa.

Sobre el  aire de  Amor que  impregna el  Tiempo.

BEATRIZ   BASENJI

Foto: Windhoek, la cosmopolita  capital de  Namibia / Lonely  Planet. 


Comentarios

Albada Dos ha dicho que…
Me gustó en el otro blog también. Un poema especial, casi con regla y cartabón.

Un abrazo
Adelina ha dicho que…
Bellísimo.
JOSE ANTONIO ha dicho que…
Sentimiento y musicalidad.
Encantador
José Antonio
Beatriz Basenji ha dicho que…
Muchas gracias por vuestros comentarios !! Cordiales saludos.
Beatriz.

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