LOS HADOS DE LOS CONCURSOS





Soy un incomprendido! “ se quejaba amargamente Joaquín Mantecón, Catedrático de
Derecho Eclesiástico de la Universidad de Cantabria, con una amplia trayectoria en cargos que le asignara el PP, partido al cual pertenece.
Lo cierto es que las maniobras protagonizadas por el Profesor Mantecón, son de las mas vulgares y usuales en todas las geografías del Planeta. Quienes vamos coleccionando estos parches de nuestra democrática y civilizada sociedad damos fe de ello y es más, siempre nos acomete la tentación de publicar todas estas minucias concursales que saltan como gazapos retozones allí donde tus ojos se detengan.
¿Acaso cualquiera de nosotros no sabe que los llamados a Concurso para cubrir cargos en la especialidad que sea, se hacen para que algún amigo muy amigo mas que amigo ingrese en el staff de tal o cual organismo público?
La historia es así: Los cargos deben cubrirse por llamado a concurso. Así está escrito en todos los reglamentos. Lo que pasa, es lo que decía un Contralmirante del siglo XX cuando un subalterno le fue a consultar un inciso del reglamento. Y el Contralmirante, luego de escuchar el argumento, estiró su trompita de elefante osado e imponente , y le dijo al suboficial: “Cuando los reglamentos son chiquititos chiquititos de esos que hay que leer con lupa, nosotros los hacemos grandes GRANDES ! Y cuando son g r a n d e s , super-grandes, nosotros los hacemos chiquititos chiquititos , porque para eso llevamos estas estrellas doradas sobre los hombros. Cuádrese y no me venga con pamplinas!”
(Las pamplinas eran las licencias que debían hacerse efectivas al personal cada 45 dias )
Pero hete aquí que Mantecón ya tenía decidido que su ayudante Enrque H. hombre al cual consideraba leal y competente, debía cubrir el cargo de Ayudante a doctor, y para tal fin movieron el aparato burocrático. ¡Qué  menos !!
El asunto se le complicó porque , el “ profesor de la Universidad de Bolonia José Ignacio Alonso, destinatario de la misiva, desoyó la recomendación. Y optó al puesto de profesor ayudante a doctor convocado por la Universidad de Cantabria. No resultó elegido.” Nos informa el periodista e investigador Joaquín Gil en su artículo.
Se reproducen en la nota algunos textos enviados por Mantecón al Profesor Alonso, uno de los cuales dice:
"Efectivamente: la plaza de ayudante a doctor la hemos sacado para Enrique H., mi ayudante durante estos últimos años. Es un chaval estupendo, muy competente, casado desde hace tres años y con dos hijos. Por supuesto, eres muy libre de presentarte, pero me causarías un no pequeño problema. Yo formo parte del tribunal"
Una semana después, el catedrático de Derecho Eclesiástico remite otro mensaje a Alonso. “Cuando te escribí hace unos días, te pedí basándome en la amistad que nos une que, por favor, no te presentaras porque la plaza la habíamos sacado para Enrique. Veo que no estás dispuesto y lo siento. Lo qué sí puedo decirte es que haré todo lo que esté en mi mano para que la plaza sea para Enrique porque se lo merece. [...] Bueno, José Ignacio. Lo que tenía que decirte ya te lo he dicho. Tú sabrás lo que haces. Un abrazo”.
Para más Inri , Mantecón es además de Catedrático de Derecho Eclesiástico, que ocupara importantes cargos durante el gobierno de Aznar, galardonado con la Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort y que se define en su su cuenta de Twitter como un hombre "comprometido con la universidad pública y la libertad".
Así es la vida, don Mantecón. Hay épocas que se acumulan los honores y se plantan las banderas, y otras donde borramos con el codo todos los laureles , acomodamos a nuestros asistentes y le damos acíbar a nuestros mejores amigos .¿Y sabe Don Mantecón por qué le ha pasao esta anécdota? Por no haberse mirado los capítulos del Chapulín Colorado, interpretado por Gomez Bolaños, que al final de sus sketchs decía: “No contaban con mi astucia” .

La plaza la hemos sacado para él … No te presentes”
Joaquín Gil / Madrid 13 / 10 / 2015
El País, versión digitales
Foto: www.arzobispadocastrense.com




Comentarios

Albada Dos ha dicho que…
En este país de pillos, es honrado parece idiota siempre. Y claro, hay quien recuerda de sin padrino, uno jamás se bautiza. Pena, rabia, asco?

Un abrazo

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