DE TURISMO EN EL VATICANO





Hace años hube de ocuparme de la gerencia de cierta empresa de viajes y turismo. Esto no es novedad pa los lectores de este blog que escribe la Manzanita. O sea, mi Mujer.

Lo cierto que la empresa me ha invitado a participar de unos desos simposios o reuniones que se hacen – con el afán de aunar criterios... - y nos han llevao nada menos que al Vaticano. Los feudos de la Cristiandad.

Juro que ni remotamente se me ocurrió que nos llevarían a una entrevista privada de todo el grupo con Su Santidá. Os juro que me fui haciendo el despistao y colocándome al final de todo, entremezclao con mis pares, pero el mandamás de la delegación no tuvo mejor idea que ponernos mas o menos enfilados y uno por uno saludamos al Papa.

Y pasó lo que pasó. Me ha reconocido de inmediato. Yo era aquél andalúz simpatico, que justo trabajaba en unas oficinas cercanas a las que entonces contenía a quien sería andando el tiempo el Cardenal Bergoglio.”Hombre, tu por aquí, que alegría!”, exclamó su Santidad y continuó su camino.

Pero, por interpósita persona, me hizo saber que deseaba conversar conmigo, como en los viejos tiempos.

Me se atragantó la saliva. Y no tuve otra opción más que presentarme a la hora indicada .


Confieso que era tal el julepe que me llevaba entre cuello y corbata, que la mente , cuando volví a saludar a Su Santidá me se quedó en blanco.

No estaba enterao que soy un feliz marido y padre de familia. “Bendiciones, hijo ! La familia es la base de toda sociedad. A propósito de ello, estoy desolado por el asunto de esa Ley de Despenalización del Aborto, que se está debatiendo en mi Patria. Nada menos. Y este asunto me tiene alterado.”


Así se inició el diálogo. Se despachó a gusto. Y cuando me dió la palabra le dije: “Santo Padre: tanto mi Mujer como yo consideramos la Vida como un don Sagrado, que abarca la Naturaleza toda. Pero, no podemos eludir el Libre Albedrío que los Seres poseemos. No podemos imponer nuestros criterios a los Otros. Luego: ¿La Iglesia ha enseñado a los fieles de forma correcta y coherente con los tiempos que vivimos lo que se llama  Educación  Sexual ?

Le subieron los colores a la cara . “En todos nuestros colegios se habla de ese tema.Tambien se dá desde hace años a los contrayentes un cursillo pre-matrimonial a cargo de matrimonios católicos, que desempeñan labores de apoyo en las Parroquias, donde también se tocan esos temas. Puedo asegurar que las familias católicas no son ajenas al pensamiento de la Iglesia.”


-En tal caso, Santo Padre, debe Ud. Sentirse tranquilo, porque al menos los Cristianos Católicos estamos imbuidos de nuestras  responsabilidades. Pero Santo Padre, vivimos tiempos de una aceleración que se nos escapa a todos de las manos... Los padres debemos enseñar con toda claridad a nuestros hijos sobre los misterios del Matrimonio, sus implicancias y responsabilidades.
SI, eso hacemos , pero luego queda en cada uno sus decisiones al respecto . 

En los principios del siglo XX infinidad de familias cristianas tenían un hijo por año. La Abuela de mi esposa- que en Paz descanse – hubo de parir 18 criaturas !! De los cuales sobrevivieron ocho, todos ellos analfabetos, nacidos y criados en el medio rural. La mayoría debió emigrar a los países americanos, y el resto fueron al frente de batalla en las guerras por aquí habidas. Y cuando regresaron iban cubiertos de arpillera, enfermos, descalzos, llenos de piojos. Hasta orines de caballos bebieron para aplacar la sed! ¿Es eso Vida? Santo Padre : también su Iglesia debe considerar que la Humanidad no ha venido al Mundo para hacer guerras. Con toda seguridad el Creador nos dió la Vida para gozar de la Gloria de su Creación, que nos apabulla con su belleza y perfección! Somos seres Humanos, no somos conejos ni cucarachas que se multiplican perpetuamente. Es obvio que debemos ejercer todo el tiempo un control de la natalidad, porque este Planeta está super-poblado, y las carencias de los Seres son cada día más elocuentes. Y las b rechas entre los que ma yor bienestar poseen y los que caminan entre el barro es cada día más abismal“.

Y justo en la última frase, apareció uno de los asistentes del Santo Padre, le transmitió algún  mensaje  y apenas despidiéndose con su derecha, el Santo Padre cruzó raudo la sala donde conversábamos y desapareció. 


Foto:debate.com.mx



Comentarios

Albada Dos ha dicho que…
La Iglesia se ha de adecuar a los tiempos, y lo hará, por supervivencia. Muchos fieles se borran de sus filas por haberse sentido nada entendidos por esa casa común de amor y respeto. Abordas muchos temas, pero el del aborto es el más puntero en Argentina, donde parece, según la prensa, que se ha despenalizado. Imagino que conteniendo supuestos legales para hacerlo, y no como barra libre.

Yo siempre recuerdo que el matrimonio homosexual o el aborto, en España regulados, no obligan ni a hacerse homosexual ni a abortar, sino que son lo coherente ante hechos consumados. Si ya amas a alguien del mismo sexo, o si por la circunstancia que sea has decidido abortar, lo harás. Mejor que sea regulado. Un abrazo y gracias por tal anécdota cargada de reflexión
Anónimo ha dicho que…
Hola, Beatriz. Hola a todos.

Me adhiero a lo dicho por Albada en su comentario.
Pero, además, preciso que ese "aggiornamento" de la Iglesia, sobrevenido sobre el del Concilio Vaticano II (que es de donde tomó ese italiano nombre), en el mundo globalizado de hoy día no puede tener por inquisitorial frontera a Hispanoamérica o los países del Tercer Mundo. Esto, entre otras cosas, implicaría que la Iglesia Católica se asimilaría a ciudadanos no suficientemente informados de sus derechos, o, simplemente, a gentes sin conciencia de su ciudadanía (porque sus países —africanos y/o asiáticos, principalmente— no son democracias consolidadas), lo que implicaría que la Iglesia se aprovecharçia de la falta de libertad de conciencia de esos "fieles" para seguir medrando Impasible el ademán doctrinal)

No es nuevo: la Iglesia Católica pierde fieles y posibles ministros porque sigue amurallada en postulados intemporales, no acordes a los tiempos que corren (como apunta el post y secunda Albada).
Los individuos, hoy en día, son sujetos de derechos civiles, no son súbditos o fieles de tal o cual imperator mundi.

El Mundo avanza indefectiblemente hacia una cada vez mayor conciencia ciudadana, fundada en la Declaración de los Derechos Humanos. El respeto a la vida está entre ellos, pero a una vida digna, de sujetos autónomos y libres en todos los ámbitos de su existencia.

Y el aborto, con su carga de polémica social, es un derecho que las mujeres deben de tener a su disposición.
No nos engañemos, nadie aborta para culminar una ocasión festiva.
Se aborta por diversas causas (y siempre, lo deseable, es realizarlo bajo una regulación ad hoc que establezca unos plazos), pero nunca con regocijo. Se aborta, esencialmente, porque la mujer lo considera preferible a seguir con el embarazo (bien por ser producto de una relación no consentida —incluyendo aquí los casos de violación—, bien porque exista riesgo para la madre o la viabilidad del feto —por malformaciones insalvables), etc., pero nunca se aborta por gusto.

Regúlese y que la Sanidad Pública se haga cargo de ello en las mejores condiciones. Ese es el futuro de esta extrema opción. La moral religiosa es algo que pertenece al ámbito de la intimidad de cada ciudadano, no un ley que deba imponerse al conjunto de los ciudadanos.
Y ya sabemos que incluso el Estado pudiera (y debiera) actuar en el caso de un estupro o una violación a una menor, cuyos padres/tutores, por motivos de conciencia, no quisieran poner remedio a un producto indeseado de una relación forzada. La libertad y la seguridad individual de un ciudadano debe ser salvaguardada a toda costa en todo estado moderno que se precie.

Tema escabroso, pero más por lo visceral que por lo normativo y cívico.

Gracias, como siempre, Beatriz, por proponer.

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