OPORTUNIDAD TIEMPO ESPACIO

 



Hace  muchos años   llegó a nuestro  pueblo  un matrimonio  de mediana edad, que se  instalaron en  una  casona  que habían heredado. Ambos   tenían   ese  don de  gentes  que  va siendo  cada  vez  más  escaso  en las  grandes  ciudades.

Como  cumplían  ese  antiguo  ritual de  saludar  a  cada  familia  del  vecindario,  muy  pronto  nos  invitaron a   conocer  su domicilio    y  tuvieron  para  con todos los  presentes  palabras  tan  justas  y   exactas,  como  jamás  habíamos  oído  hasta entonces. 

La  cuestión  fue  que  nos  invitaron a todos  a   reunirnos en su  hogar, el  cual era  muy amplio  pero  modesto. Fuimos  llevando   sillas  plegables  de las que  se  ven  por  las  playas en  los  veranos,  y  poco a  poco  nos fueron  instruyendo  acerca  de  la  importancia  de  nuestras  Vidas.

Lo suyo no  era   una  Religión , sino más  bien  una  Filosofía,  un  modo de  Ser  y  vivir  de  acuerdo  a   sus  Consciencias . Nos  fueron  enseñando a  analizar  cada  noche   las acciones, los pensamientos,  las  palabras  que  habíamos  expresado  durante  ese  día,  y  comprobar   su  grado  de  Bien,  de  armonía, que  emanaba  de  nosotros mismos.

Fuimos  profundizando  en  nuestros aspectos  no positivos. El  porqué  de  su  incidencia  en  cada  uno  de  nosotros.

¿De  dónde había  nacido  nuestro orgullo?  ¿De  dónde  la  vanidad?  ¿Por qué  nunca  nos  era  suficiente el  Amor  de  nuestros  padres?  ¿Por qué  admirábamos tanto  a quienes  sabían  guardar  silencio   como  hablar  las  palabras   oportunas?

¿Era  posible  acallar  nuestra  Mente? Dejarla  en  blanco.  Signar  la  Nada?

Como ellos  poseían  una  verdadera  biblioteca, nos  fueron  prestando  sus libros. En  una  palabra: Nos  dieron la  oportunidad  de  cultivarnos  como personas. Estar atentos, despiertos  nuestros sentidos  para admirar  la  belleza  apabullante de la misma  Naturaleza.

Se  fueron  armando  talleres  de  dibujo y  pintura. De  Artes  Marciales. Organizamos  caminatas  por  las  zonas  aledañas y  compartimos  refrigerios,  meriendas,  almuerzos  allá donde  hubieran  dos  o  tres  árboles que  nos  brindaran su  sombra.

Fuimos  comprendiendo  la  importancia  de  estar  REUNIDO,  tal  como  el  mismo  Jesús de  Nazareth   lo  hacía  con sus  amigos, sus  vecinos, sus  parientes.

En  una  palabra:  aprendimos  a  elevar  nuestra  Mente  y  viajar  a  las  profundidades  del  Cosmos.  Pero lo  más  importante de todo  fue  que aprendimos a  AMAR a  las  personas  tal  cual  son . Tal  cual  somos. El  AMOR  es  la  esencia  misma  del  UNIVERSO. Y  en ese  AMOR  estamos  TODOS  INCLUIDOS.  Sin mirar  si  eres  negro, cobrizo, amarillo  o  blanco. Sin  calcular  tu  pobreza  ni  tu riqueza. Somos  SERES   que  nos  hallamos  compartiendo  una  fracción  pequeña,  pequeñísima de  TIEMPO/ ESPACIO . No  malgastemos  esta  OPORTUNIDAD  que  nos  ha sido  DADA ¡! 

Foto:  Un árbol  por un  pulmón/ Google  site.


Comentarios

Albada Dos ha dicho que…
Matrimonios así necesita el mundo, que sepan ensañar a ser, y eso significa enseñara a amar

Por esa gente que nunca sale en los diarios, y que tanto valen, y tanto dan. Un abrazo
Anónimo ha dicho que…
EL Amor es La Ley Madre. Debemos difundirlo con nuestros pensamientos, palabras y acciones.Bello texto.

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