LLUVIA
Mamá lavaba los
platos.
Tras la fantástica lluvia del
verano, la niña
había pedido que le calzaran
sus botas impermeables y muy
graciosamente había recorrido aquella
especie de bosque
particular que se extendía
en el amplio terreno , tras la
casa.
La vi moverse
delicadamente entre las
plantas como si practicara
los pasos de una
danza. Siempre con sus talones en el
aire. Sin tocar la tierra mojada.
Cuando regresó fue
directamente a abrazar
a Mamá, como cuando era
más pequeña y
hacía eso para que
Mami la alzara y la llevara
a hacer la
siesta.
Qué le está
pasando a mi Niña? Preguntó
nuestra
madre.
“Es que revisé
con cuidado, eh, todo. El Sol que
ahora brilla me
ayudó… “
Oh, Si. El Sol
es un gran amigo nuestro. – asintió
Mamá y observando cierto
desaliento en su carita le
preguntó: Qué te aflige ¿?
“Ha llovido… Pero no
han llovido sapitos como en
casa de Celina!”
Es que son
tan pequeñitos, que deben
estar reposando ahora en las hojas
de los árboles” le aseguró Mamá.
“Ah, era eso ¡! Pues
voy a cantarles
una canción para que
ellos sepan que los amamos!”
Ilustración : Amazon / detalles infantiles.
Comentarios
Por la niñez, el paraíso perdido. Un abrazo