LA GENTE DE LA PIEDRA
El silencio
lo abarcaba todo. Ni siquiera un
insecto volaba, porque
existía un pulverizador
automático que ninguno veía,
pero en algún
sitio recóndito estaba.
Inesperadamente, una
alegre risa se
apoderó de todos
los oídos. Era la “nueva”,
la que
habían contratado en
el último mes. Era
joven, espontánea, natural.
Rió un
largo minuto. Y las demás
personas presentes, de
pronto quisieron saber
qué causaba aquél estallido
de alegría. Ella
se dio cuenta y lo explicó:
-Ya
saben que me han
destinado a leer las
cartas y notas que
envían los lectores. Y me
encuentro con una
persona que nos
hace saber que su
familia nació hace
muchos siglos en
la parte alemana
de nuestra frontera con Polonia - río Oder
mediante – llamado Kammin.
Pero el caso es que lo
he buscado en los mapas de Internet y no
existe.
Un murmullo
se elevó
en la sala : “Cómo
que no existe?”
El
asunto fue que toda
la sala inició
la tarea de mirar
mapas y más mapas. Y
recién en uno de
radar de la
zona, ubicaron a Kammin, a
pocos kilómetros al
sur de Greifswald.
Pero el nombre de
Kammin no figuraba en
el mapa.
Pasaron algunos días.
La joven no
pudo con la intriga,
y resolvió contactarse con la lectora. No
fue fácil, porque
la señora no
hablaba ni pizca de
alemán y la joven
nada de español .
Lo que
finalmente la joven
llegó a saber que Kam era
piedra y Kammin
la “gente de la
piedra” . La señora era
una de tantos descendientes, de
unos obispos-príncipes, que entonces eran Cristianos de
la Iglesia de Roma, antes de la existencia de Lutero. No se sabía si
allí vivía una
importante comunidad, pero
lo que
si sucedió a
esas personas fue que la Diócesis de
Mecklemburgo les invitó a
formar parte de su Diócesis.
Los de
Kammin realmente no tenían voluntad de
formar parte de
la tal Diócesis, y rechazaron
la propuesta. Pero
los de Mecklemburgo no aceptaron la negativa
y continuaron insistiendo. Entonces los de
Kammin escribieron al Papa
de Roma de
aquellos tiempos explicando
la situación. Y
para alegría de
todo el pueblo,
el Papa les contestó
que emitiría un
documento para que
ellos continuaran como hasta
ahora, sin pertenecer a
Diócesis alguna.
Pasadas algunas
décadas los que les
invitaron a pertenecer a
su diócesis fueron
los vecinos polacos.
Y otra vez los
de Kammin escribieron
al Papa de
Roma y lograron lo que
pretendían: no pertenecer a
Diócesis alguna.
Andando el
tiempo Lutero hizo su
aparición en el siglo XVI y
llevó a cabo
la separación de Roma,
y los de
Kammin pasaron a ser
Luteranos.
Y
de haber recibido
la protección del Papado en los pasados siglos, ahora ni
siquiera existen en
los mapas de la
misma Alemania.
Foto: Travel Charme Ostseehotel Kuhlungstborn/ a 18,5kms de Kammin.
Comentarios
Muy buen ritmo, atrapa. Un fuerte abrazo.
Un abrazo
Mis más cordiales saludos, querida ALBADA DOS !!