SAN BLÁS




A la memoria de EDUARDO LAURITO CAPORALE
Que acompañó a la Tia Maria hasta el final.

Ya sabe que no soy bueno para estos asuntos de informar con detalle y mucho menos tratándose de las ajenas vidas.
La buena noticia es que los trillizos siguen creciendo con buena salud.Parece que la vuestra es una familia intervenida por un solo santo: SAN BLAS .
Nacieron los trillizos el dia de San Blás. Mi benemérita suegra, también se ha ido de este mundo, en una madrugada de San Blás.
Y esto ha venido a suceder por esa fé inquebrantable de mi Mujer. La Manzanita. Cada vez que mi pobre suegra tenía aquellos ahogos, mi Mujer invocaba a San Blás, lo primerito. Y San Blás de inmediato oía la súplica, y daba auxilio.
Como los caminos de los santos son inescrutables, pues vino San Blás en su dia y se llevó a mi suegra. Así quedó mi Mujer: dispuesta a darle de escobazos al santo. Un año le duró la amargura y el rencor por esta distracción cometida por el patrono de las gargantas,que ya bien le pesaría - al santo - disgustar y tanto a mi Mujer, así que para congraciarse con ella, le hizo un milagro de aquéllos ! Le derrocó del poder a Alfredo Stroessner, hasta entonces presidente del Paraguay a quien mi mujer tenía una estimable inquina . Y en ese mismo día se hicieron las paces mi Mujer y San Blás.
Y qué paces !
Que teníamos de aquella un perro callejero de hocico a rabo. Obediente y cumplido. Le decíamos al perro: Cuida la niña aquí, debajo del verde limón , como lo que eres un buen perro. Y sin moverse, ahí quedaba. Le teníamos prohibido entrar en la casa , porque por allí tenía su reino el Gunzi, un gato azul de Rusia .
Pero aquel día de San Blás , como que el perro se creyó con franquicia y se metió dentro. Y por esos olfatos que dominan a los canes descubrió la guarida del gato y más rápido que una centella lo persiguió hasta donde halló límite: los bajos de nuestro tálamo. Allí se refugió el pobre gato, que del susto se le escaparon las heces . Toma! Diría este San Blás a mi Mujer, para que no me olvides !
El tiempo ha seguido andando, querida Tía . Sus honorables parientas , las mellizas de su primo Antonio , se fueron a descansar cerca de Piriápolis . Recalaron en aquella hostería donde iban con los padres de pequeñas, en los buenos tiempos. Se pasaron los dias mas bellos del verano. Lástima que abundan por allí los bingos y esas minucias que atraen a los jugadores. Y allá se fueron las mellizas a tentar la suerte. No hay cosa peor. Apenas les quedó lo justo para comprar los pasajes de vuelta a quien sabe donde. Me duele decirlo. Esa mañana perdieron el ómnibus y hasta un bolso. Y se quedaron dando vueltas por la playa, consumiendo sus memorias. Justo era el dia de San Blás y el santo dando bendiciones a las gargantas .
De no ser por esa causa, seguro San Blas hubiera echado mano de las mellizas cuando las llevó la correntada rio adentro por la furia de las aguas.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
¡¡¡Beatriz!!! Que esto es muy bueno. Eres una narradora fantástica -por lo fantástico, también pero me refería a lo hiperbólico, ahora-.

Este Pacurro si lo puedo leer yo, y no solo eso: ya me he hecho amigo suyo; sin él saberlo, ya ves. Lo que son las cosas de la amistad desapercibida. La de amigos que dejamos por el camino sin enterarnos...

El cuento, relato, historieta, disgresión, efeméride,... un encanto: ritmo, amenidad, hasta sugestión y una pizca de misterio.
Nena, te lo vengo diciendo: ¡TÚ VALES MUCHO!

Genial, Beatriz. Para más precisiones vía celestial...

Mis más sinceras, efusivas y cabrioleras felicitaciones.
Beatriz Basenji ha dicho que…
Rodrigo:Gracias por todos los conceptos vertidos.
Eres un alma generosa y multiplicas a tu prójimo. Coridales saludos.

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