BEBÉS A LA CARTA


No hace muchos dias vimos un documental que nos mostraba con lujo de detalles el proceso de crear bebés por parte de profesionales de la Medicina. Desde la selección de dadores de esperma, dadoras de ovulos ; la selección de embriones, la implantación de embriones en madres de alquiler, el feliz nacimiento del bebé, que será entregado a sus legítimos dueños, es decir, aquellos hombres o mujeres que desean ser madres o padres, y que pueden adquirir nada menos que un bebé , digamos, según sus preferencias.


Hay millones de bebés hacinados en casas- cuna, en hogares para madrecitas , en orfanatos, esperando ser adoptados por una mamá y un papá. Incluso con las nuevas leyes, mujeres solas, hombres solos, pueden adoptar siempre que demuestren tener buena situación económica y ser buenas personas. Lo que las leyes promueven es el bienestar de las criaturas. Para ello Asistentes Sociales, secretarios de Juzgados, los mismos Jueces, quieren estar seguros que los padres escogidos para esos niños son los mejores.

El caso es que estas personas que acuden a los dueños de esta Industria,QUIEREN un bebé A LA CARTA. Para ello eligen tanto a las madres como a los padres del futuro bebé. Lo escribo y creo estar inmersa en un texto de ficción. Pero no lo es . Esta es una realidad . Esto sucede, porque aquí tambien rige la ley de la oferta y la demanda. Existe esta INDUSTRIA DEL BEBÉ , porque HAY UNA DEMANDA. Y de esto se trata: de esas personas - ignoramos su número - que pretenden un BEBÉ A LA CARTA.

No se trata del caso de LOUISE BROWN, NACIDA EN 1978 por el método de concepción in vitro. Lo cual nos parece en sí maravilloso. Ni tampoco el hecho de tantas mujeres que estan solas, deseosas de ser madres, que se someten a estas técnicas. Y bien sabemos qué calvario soportan hasta tener el éxito deseado!

Lo que desde mi punto de vista cuestiono es el hecho de generar unos seres a partir del criterio del dueño de uno de estos Laboratorios.

Hay que señalar que tanto los dadores de esperma como las dadoras de óvulos, son pagadas por el Laboratorio. También la madre de alquiler recibe buen dinero por alquilar su vientre durante nueve meses. Ni que hablar de los honorarios que el Laboratorio pasará a los futuros padres o madres.

Mas allá de los costos propios de esta INDUSTRIA DEL BEBÉ , nos quedan los aspectos mas que éticos, diría yo metafísicos de tales procedimientos.

Las personas no debiéramos ser modelos realizados en serie para gusto y placer de unas personas selectivas y caprichosas que estan eligiendo aspectos estéticos de unos posibles seres humanos, porque aún no podemos manipular nuestra Psiquis ni nuestro Espíritu superior que es quien teóricamente, nos ha dado la Vida.
Los seres humanos tenemos el DERECHO A SER CONCEBIDOS POR UN ACTO DE AMOR . En el documental que ha inspirado este post, una de las comadronas le recomendaba a la mujer a quien entregaba el bebé recien nacido por estos métodos : “Por favor no hable nunca de estas circunstancias, con nadie !”

Beatriz Basenji





Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Interesante post, Beatriz.
Otro tema de esos que por estar entramados a la realidad que nos toca vivir, incardinados a su encarnadura, pasa desapercibido.
Bien es cierto que aquí, en España, un tema tangencial está de "rabiosa" actualidad: el de los bebés robados nada más nacer y entregados en adopción a padres solicitantes; y todo ello con el beneplácito y la intercesión de la mano que mueve la cuna y que más debería velar por los derechos de madre e hijo: esas inefables monjitas que siguiendo no sé qué designios divinos cometían tal tropelía.

Pero al caso que nos ocupa y que expones, Beatriz: el de los "niños a la carta". Nada de extraño tiene viendo el ritmo trepidante que la evolución tecnológica está alcanzando (y que, no obstante, es incapaz de acabar con el hambre en el mundo, por ejemplo). En un mundo a dos o tres velocidades, los que pueden permitirse el dudoso lujo de ir en directa a la máxima posible, son los que optarían a este grado de sofisticación: como si hubiera una inexorable ley proporcional que obliga a que cuanto más nos alejamos de la "animalidad" más lo hagamos, también, de la "humanidad" (al menos tal y como la concebimos hasta hoy).
Bebés a la carta supone, como bien dices, ausencia del "reflejo" del amor, que se sustituye por intencionalidad de la voluntad o el capricho (rubito, ojos azules y algo achinado; o moreno tirando a cobrizo, pelo rizado y ojos de fuego,... etc). Se sustituye algo esencialmente humano, el amor (al otro, con quien se engendra, con quien se comparte, con quien se vive, o simplemente a cuya especie se pertenece) en comunión con el azar. Lo paradigmático aquí es, no que no se engendre por amor, sino que se haga intentando enmendar el azar. Entramos en otra dimensión de la humanidad.

Yo tuve esa conversación con una amiga lesbiana hace años. Yo no comprendo (no sé qué proporción de inconsciente prejuicio "masculino" habrá en ello) que se pueda tener un hijo de otra manera más que por efecto del atávico acto de fecundación gloriosa, placentera y, en todo caso, azarosa.
Pero hemos de tener en cuenta, Beatriz, que no todos los hijos que se tiene de forma "natural" (la que tú y yo defendemos) lo son como producto de un acto de amor. ¿Cuántos hijos se tienen producto de la violación, o del "legítimo y legal" forzamiento conyugal, por hábito, o porque sí?
El hecho de elegir qué semen quiero (qué procedencia) e inseminarme, o inyectarlo en un útero de alquiler, o cualquiera de estas genésicas formas hoy comunmente utilizadas: ¿no está privando al ser que se engendra de "algo" que quizá sí se ponga en juego en una fecundación natural? Tú, Beatriz eres de esta opinión; yo, también.

Un nuevo ser humano (quizá cualquier ser) es algo más que la unión de dos gametos. Esos mismos avances tecnológicos parecen apuntar precisamente a que el azar pudiera ser más determinante de lo que se piensa, y no solo como un mero factor de oportunidad. Es posible que ese azar sea el necesario tapete donde el Espíritu-del-que-todo-nace arroja los dados de la vida. Si cambiamos el tapete, la "tirada" será otra, al serlo las características de la "superficie" de juego. ¿Y qué nos traerá esto? ¿Qué tipo de seres? En unos siglos, la respuesta.

Bajando un par de peldaños. Creo que una nueva vida merece ser creada no solo con amor, sino con pasión, con obnubilación, con entrega en el otro, y el otro en el uno, para que esa unión (realizada en terreno de nadie: fuera de uno y otro, por elección, por voluntad, por entrega) pueda ser única y esplendorosamente azarosa, realizada en el "nuevo espacio creado por dación recíproca".

Más se puede decir. Pero valga esto para comentar la oportunidad que brindas.

Gracias, Beatriz.
Un abrazo à tous.
madamebovary ha dicho que…
Y ahora, Beatriz, Rodrigo ¿Qué digo yo? Qué hermosura de pensamiento y palabras. Gracias
Anónimo ha dicho que…
Mme Bovary: Tu di aquello que sientas.Escribí este post porque excede mi sensibilidad,mi entendimiento,mi filosofía de Vida.Un modo de recabar en LOS OTROS que piensan de este particular sistema de fabricar BEBES A LA CARTA.

Cordiales saludos.

Beatriz.
Anónimo ha dicho que…
Todo el mundo parece mostrar un miedo excesivo a los avances científicos,tan solo porque van en contra de lo hasta ahora establecido u ofenden la moral de algún Dios universal aficionado a los dados. Y es que el ser humano tarda, y mucho, en arriesgarse a dar el salto a nuevos horizontes. Si este tipo de tecnología ya existe, terminará utilizándose. Tardará más o tardará menos, pero se usará ¿Qué es tan terrible de poder elegir los rasgos de tu futuro hijo? ¿Tenemos miedo de nuestro criterio propio? ¿De que se pierda el amor, ciertos rasgos indeseados o de volver a una especie de neonazismo racial? En el mundo actual se están dando circunstancias que prácticamente nos "obligan" a utilizar la tecnología de concepción in vitro, como las recientes y bien merecidas libertades homosexuales, o la incapacidad para encontrar pareja (y mantenerla). Teniendo a mano esta tecnología, no podemos evitar modificar ciertas características negativas, como el desarrollo de futuras enfermedades genéticas en el embrión ¿A alguien le parece mal que solo nazcan bebés sanos? Porque eso supondrá, al igual que elegir el color de ojos, condicionar al azar. Elegir a un niño a la carta no es tan malo, sobre todo teniendo en cuenta los gustos estéticos tan dispares que tenemos en el mundo. Sinceramente, no creo que todos terminásemos teniendo los mismos rasgos, es posible incluso que hubiese más disparidad.

Y en cuanto al tema de la "concepción natural", creo que se la está mitificando un tanto. No es tan fabulosa como parece, millones de hijos son fruto indeseado de esa concepción natural, otros tantos solo se engendran para intentar mantener unida a la pareja y algunos son abandonados por el padre incluso antes de salir del vientre materno. Se dan muchas situaciones y no todas agradables.
Sinceramente, una pareja (o individuo) dispuesta a pasar el calvario y a gastar el dineral que supone la inseminación in vitro, tiene amor suficiente como para compensarle a su futuro hijo la frialdad del laboratorio.

Eliminar deformidades, enfermedades, retrasos mentales, elegir el color de ojos, la altura o el cabello son cosas que no se han hecho nunca. Y sin embargo aquí estan, a la vuelta de la esquina ¿Es moralmente correcto? La moral es algo maleable, un concepto humano creado para evolucionar al mismo ritmo que nosotros. Hace unos años era indecente que una mujer mostrase los tobillos...y ahora, simplemente nos toca aceptar nuevos cambios.
Anónimo ha dicho que…
Sí pero no

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