CYNARA



La Cynara o alcaucil, que los árabes bautizaron “ la espina de la Tierra” y los griegos atribuyeron su nombre a una bella joven seducida por Zeus, desde una muy lejana antigüedad fue llevada por los mismos aristócratas , como Catalina de Médicis, que desde su Italia natal , al casar con el Rey de Francia se llevó a la Cynara. .(WIKIPEDIA)


Nos decía uno de nuestros Maestros, que nuestra Conciencia posee cierto paralelismo con la Cynara . Sus brácteas coriáceas son lo suficientemente fuertes como para proteger su Corazón de diversos ataques. Mas, cuando intentamos comer una alcachofa, debemos ir quitando con todo cuidado y esmero cada uno de sus recios pétalos. Los que están en la base, junto al tallo casi no poseen substancia comestible. Pero cuando vamos avanzando , enseguida hallamos el tan codiciado alimento, capaz de regenerar las células de nuestra glándula hepática, la cual cumple alrededor de 500 funciones en nuestro organismo.


A medida que avanzamos en la extracción de sus brácteas, la materia alimenticia se va presentando .


Lo mismo sucede con nuestra Conciencia: En un principio parecía inerte. No actuaba. Hasta que, algo en nuestra Vida nos movió a examinarla, y con seguridad fue porque al despertar, la Conciencia provoca dolor. La angustia de saber que hemos obrado no Bien. Y como cada vez que repetimos nuestros errores, ella nos da tirones, comenzamos a escuchar sus advertencias. Y cuanto más prestamos atención a sus mensajes, éstos - como las hojas de la CYNARA  – nos introducen una mayor substancia .



Lo cierto que para cuando llegamos a nuestro Corazón, la VIDA , la existencia nuestra y la de los Otros , se ha convertido en una amorosa comunidad.

Nada llega a nosotros porque si. Por un mero capricho del existir. Cuanto nos sucede es una posibilidad de inspeccionar nuestros sentimientos y pensamientos.


Sin dudas estamos vibrando no solo en AMOR , sino que Algo en nuestro Ser más íntimo nos ha develado que la Humanidad es eso: el aspecto Humano de la Divinidad. Entramos a comprender la sacralidad de nuestra Vida y la de los Otros.


YA no juzgamos a nuestro prójimo. Sabemos que somos portadores de una fracción de esa Luz que impregna el Universo y la podemos proyectar desde nuestra Mente y nuestro Corazón hacia todos los Seres en especial los que sufren, cualquiera sea su causa.


Oigamos pues, las vocecitas de nuestra Conciencia. Ella está esperando para llevarnos a la plenitud de nuestro Ser . O sea nuestro mismo florecimiento !!



Foto:Артишок – это растение, в котором прекрасно все: от оригинальной внешней оболочки с

небольшими шипами до...


Comentarios

Albada Dos ha dicho que…
La metáfora es excelente. La conciencia es el corazón de nuestra existencia.

Un abrazo

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