KARMA

Asi como existen las leyes universales de CAUSA Y EFECTO, de igual modo existe la ley del Karma, la cual no debe interpretarse como “Dolor”, sino mas bien como TRABAJO: es el trabajo que cada uno de nosotros debemos realizar , porque la mencionada ley de CAUSA Y EFECTO nos ha comprometido a ello. Nuestro Karma puede ser realizado en forma placentera , o en forma dolorosa cuando se trata de lo que se denomina “pagos kármicos” .


No solo las personas estamos sometidas en forma particular a la ley de Karma, sino también en forma colectiva LAS NACIONES.
Precisamente es la contemplación de cuanto está sucediendo simultáneamente en tantos países afectados por una honda crisis económica que desmoraliza a las personas porque frustra sus anhelos, sus ambiciones, sus proyectos de vida, lo que nos ha impulsado a tratar este tema.
La Historia es nuestra gran Maestra, pero lejos de guiarnos por ella, seguimos repitiendo los mismos errores. La Humanidad se ha ido desarrollando a través de los tiempos, en diferentes etapas, y llegamos a este Tercer Milenio promocionados por altas tecnologías que entre otras, han desarrollado las comunicaciones entre las personas de todos los Continentes .Nunca como hasta ahora estuvo la Humanidad mas y mejor relacionada e informada. Así tambien sabemos que, mientras unos se sirven de los sistemas informativos para apoyarse los unos a los otros, impulsar buenas acciones, la solidaridad, el bien común,etc. tambien tenemos conocimiento de seres que se valen de estos mismos medios para expandir acciones negativas, engañar, acosar, amenazar, etc. etc.

Así es que tenemos un medio: Internet , y usuarios la mayoría de ellos volcados a realizar EL BIEN. Cada uno de nosotros tiene siempre una opción. En esas opciones está involucrada nuestra CONSCIENCIA. En la medida que nuestras acciones se relacionan con el bien común, es decir , nuestra voluntad volcada hacia el bienestar de LOS OTROS, estamos generando un KARMA PLACENTERO.

SI, como suelen hacer los políticos de turno utilizan su facilidad de palabra para su propio y personal beneficio, en base a la mentira, el engaño, la estafa encubierta a través de  los infinitos mecanismos del Estado, para perjudicar al mismo Pueblo que los votó, el karma que se estan procurando no es precisamente placentero, sino DOLOROSO.

Las grandes instituciones, las milenarias, estan atravesando graves crisis, que muy posiblemente las haga desaparecer, porque nada de lo que predicaron era cierto. La potencia mundial de los últimos 60 años ha generado en el mismo seno de las finanzas mundiales, el default del 2008 cuyos remesones – como las de un terremoto – se continúan expandiendo. Y lo grave es que, como lo estamos viendo en la Unión Europea, no se está llegando a una fuerte unión de los países destinada a buscar entre todos una eficaz salida a la crisis. Que la gente desahuciada se arroje por las ventanas de lo edificios no aporta soluciones. No le va a servir a Alemania, ni a los países nórdicos que millones de personas que hoy NO PUEDEN HONRAR SUS DEUDAS se suiciden.

fuente: María Teresa T. de Llavallol.


Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Hola, Beatriz. Hola a todos.
No quisiera dejar pasar este post sin decir algo al respecto.
Creer en el Karma como "ley de retribuciones" que sigue esa otra ley de la "consecuencia", que es la de "causa-efecto", referido al hombre, a sus acciones y a su devenir, la verdad, no creo; pero yo, como los gallegos sostengo que "haberlas puede haberlas."

No creo en la linealidad, pero sí en lo reticular. Puede que las naciones (los pueblos, las culturas, las comunidades, las familias) reciban lo que se ganen, generen una onda expansiva que al chocar con algo más duro que ellas mismas acaben sufriendo la onda de contra-choque. Puede ser. No es ley de riguroso cumplimiento.
Pero lo que sí es cierto es que las sociedades (sean naciones o agrupaciones de inferior rango) obtienen lo que se ganan. Sin lucha, sin esfuerzo, sin voluntad de avance, no se avanzará. Es como caer al mar: si uno no nada, no lucha por mantenerse a flote, se acabará hundiendo. Hay que mover manos y pies, mantener la cabeza fría, confiar, querer sobrevivir...

No parece que sea esto lo que estamos viendo, mi querida amiga, a resultas de esta crisis galopante. Me resulta vergonzoso contemplar con qué facilidad las sociedades golpeadas sin misericordia por los efectos de una crisis generada por el "sistema" aceptan su "mísero" destino con la resignación de quien tuviera que pagar por una culpa.
¿Es esto Karma? No lo sé.
Lo que a mí me parece es que más allá del factor azar, o de "lo incontrolable" que la vida, por serlo, posee, no comprendo ni puedo admitir sin resistencia un conformismo de estas mismas sociedades que sólo avala la mala fe de quienes han provocado la crítica situación, y la poca voluntad de que hacen gala para pedir responsabilidades y no aceptar sin más ser los paganos de la crisis.

Es lo que tiene la complejidad de las sociedades modernas del 1º Mundo, querida Beatriz: están tan enmarañadas las cosas, es tal el laberinto de intereses, que al final, nadie sabe qué es lo que le pertenece y hasta qué punto ese le nadie pertenece a otro.

¿Karma? No creo en el Karma como ley, sí como justificación... No hay nada escrito. Nunca.

Un abrazo a todos.

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