SUERTE LOCA




Suerte que se tienen algunos ! Y lo más gracioso es que estas Loterías van aliadas con algunos empresarios de gran fuste, que, por misericordia a sus derecho habientes, no les vamos a publicar el nombre. Que su nombre y fama la tienen , aunque ahora mismito no les haya servido más que para ser una sombra más en algunos centros de reclusión.
La suerte le ha caído a este empresario de la construcción, amigo del Alcalde – para mas datos - entre Diciembre de 2002 y Marzo del 2004, según datos que ha proporcionado Hacienda, en base a las declaraciones de este tío suertudo.
La cosa empezó con la Lotería de Navidad, y le ha seguido cayendo y cayendo y vuelta a caer a su bolsillo. ¿Habráse visto una SUERTE mas emperrá?
Con millones de gente infortunada que se caminan la calle cada día, y se detienen a mirar los escaparates de las Loterías, y no le cae a ninguno, por más raída que lleve la chaqueta o agujereao la suela de los zapatos!
No señor. Y no han sido unos premios de consuelo. Qué va ! Le han tocado en  total   257 mil cuatrocientos doce euros, al muy taimado!
El asunto que, visto y considerando, estas declaraciones de Hacienda le han hecho dudar de tanta buena suerte, a los expertos de Hacienda. La cosa que estos números les causaban raros olores y se entraron a sospechar y una vez puesto en funciones el tabardillo de la duda, te revuelven la vida de arriba abajo y de la cocina a los mismísimos burdeles de gran lujo que en buena hora has tenido la tentación de visitar. Y mejor si pagas la cuenta de esos sitios con el dinero plástico !!
¿Quién les iba a predecir a estos tales que se iba a montar la “operación Púnica” ?


Comentarios

Albada Dos ha dicho que…
No salimos del asombro diario en ver cómo se ahonda la Gürtel, la Púnica, el ático de Ignacio, Ruz presionado, Tarejtas de negro satén, Barcenas esquianado, Blesa suelto....este país es de las mil sorpresas relativas diarias a ver quién la hizo más gorda!
Anónimo ha dicho que…
Hola, Beatriz. Hola a todos.

Se me hace difícil escribir este comentario, sobre este chungo tema, bajo la influencia sonora de la 2ª Sinfonía de Mahler, también intitulada "Resurrección". Aunque, en cierto modo, y sesgadamente pensado, algo, si lejanísimo, hay de relación, entre este título (y no, por supuesto, con la inmarcesible belleza de la obra del austriaco), esta es la relación: la suerte en este mundo, la fortuna sobrevenida, la riueza material derramada con providencial oportunidad desde el cuerno de la abundancia, no deja de ser una especie de pequeña "resurrección" en vida, a la que se abogan los beneficiados por ella.

El que, de forma tozuda y reiterada, algunos se procuren estas "pequeñas y circunstanciales resurrecciones" bajo pedido, no es muy diferente a aquellas compras de indulgencias que fueron gota colmadora del vaso de la paciencia de los cristianos honestos en el siglo XVI, y que conllevó a la proclamación de las 95 tesis de Lutero y, a la postre, a la Reforma Protestante y el cisma de la Iglesia hasta entonces única. Pues bien, en esas seguimos: unos, los de siempre, creen que "comprando indulgencias afortunadas", les será otorgada una, más que suficiente, lujosa parcela en la otra vida (la que esperan llevar); y otros, pobres mortales desgraciados, se han de conformar con verlas pasar, puño en alto, pateando a lo más el suelo de rabia.

Y quienes están más cerca de la misa diaria y la comunión graciosamente otorgada tras la remisión de los pecados (que no el propósito de enmienda) por obispos cómplices, son los que con más ahínco y celo se dedican a este tipo de componendas. Todo, eso sí, bendecido por la autoridad moral de la Reserva Espiritual de Occidente afincada tradicionalmente en el solar patrio de la Hispania irredenta.

En fin, que prefiero seguir disfrutando con Mahler, que exudar la bilis que este estado de cosas me —nos— provoca.

Jueguen, jueguen a la lotería, hay que engordar los premios de los compradores de indulgencias.

Un abrazo a todos.

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