EL NENE
Ella intentaba introducirse en el hall de la entidad bancaria. Del otro lado de la puerta un hombre corpulento intentaba salir. Y ella ingresar. Ella miró al hombre con cara de pocos amigos.
El
hombre dió un paso hacia atrás y con un ademán
exageradamente gentil le cedió el turno del ingreso.
En
tanto el hombre preguntó: “¿Me conoces?” . “ No le
conozco “ fue la respuesta de ella y fue hacia la columna
donde se obtenían los turnos.
Ella
introducía su contraseña y por encima del teclado una mano
imitaba sus movimientos.
“¿Me
conoces?” , volvió a preguntar la misma persona. Ella le
dedicó esas miradas que uno reserva a personas que intentan
romper los esquemas sociales.
“No
le conozco”, volvió a responder y buscó tomar asiento en
alguna de las salas.
Un
cuarto de hora mas tarde el mismo hombre formaba fila en una de
las zonas de acceso a las cajas. Era pleno invierno y el hombre
apenas se abrigaba con un cardigan de los que se habían usado
… 40 años antes! Si bien las ropas del hombre se veían
aseadas, todo su aspecto no coincidía con el calendario.
Un
gesto del hombre hecho al azar , trajo algo a su memoria.
Dale!
Que sí que ella conocía aquella persona. Era el hermano menor
de una de sus primeras Profesoras. “El Nene” . El Nene era
el centro de atención de toda la familia y los amigos. Las
hazañas del Nene circulaban por los hogares mas increíbles.
Ah! Porque el nene era un niño prodigio. Iba a ser seguro,
un Rajmáninov, un Shostakovich, un Prokófiev. De eso ninguna
de sus hermanas tenían dudas.
El
nene y su glamorosa familia se diluyeron en las ondas del
tiempo. Muchos años después algo se supo: el Nene se había
puesto justo a la distancia para ser alcanzado por las flechas
de una heredera joven y hermosa, de las que siempre creían
saber cómo seducir a los mas guapos. Y por supuesto aceptó
los flechazos de la joven. Contaban algunos allegados que vivía
el santo día tirado en una inmensa cama octogonal, mientras
poco a poco la bella y suntuosa casa se fue poblando de
niños. Unos decidieron nacer mellizos y otros gemelos. El
mayor de todos , solo. Y a ese, al primogénito le habían
bautizado - luego de consultar los libros mas gordos de los
Onomásticos - Arcimboldo.
Nadie
absolutamente nadie le conocía una profesión por" el Nene" ejercida. Para eso estaba la famiglia. Sus existosas hermanas -
solteras algunas de ellas - le pasan sendas mensualidades. Así
como en la niñez del Nene habían vivido dando a conocer a
cuanto vecino les saludara sus hazañas, ahora hacían
exactamente igual con sus pequeños sobrinos.
Hasta
el mismo progenitor del Nene ignoraba a qué se dedicaba su
Nene, hasta que un día le vino a visitar vestido en bata
de noche, el prestamista del barrio.
Era
un individuo siniestro, al que todo vecino temía tener que caer
en sus garras.
“Ud.
Es el padre del Nene? “, comenzó preguntando el hombre
para asegurarse.
“Su
Nene me está debiendo mas de 50 mil dólares . Las hermanas
no lo saben. Por eso le vengo a dar la noticia. “
El
padre del Nene cayó sobre el primer sillón de su living. El
prestamista recorría la sala a grandes pasos, desgreñado,
maloliente, mirando qué habría en las paredes de valioso.
Fotos. Nada mas que fotos. “Porca Miseria!!” , masculló,
mientras mordisqueaba un habano apagado.
Así
se enteró Don Alfredo a qué dedicaba sus noches el Nene. A
jugar al póker con una cuadrilla de rufianes del
prestamista.
Cuando
ella intentó mirar a que altura de la fila bancaria estaba
el Nene, ya éste había sido atrapado por el mismo sistema
aledaño a las cajas. Menos de un minuto
pasó, cuando vio al Nene emerger de la zona , acompañado
por los hombres de la seguridad.
Había
presentado un cheque apócrifo y le habían descubierto al
instante.-
Ilustración: stelapps.xom
Comentarios
¡Vaya con el Nene! Es lo que tiene ser un "nene" mimado... por la vida: uno acaba no sabiendo sobrevivir si no es de prestadillo.
La vida le sonríe. Le sonríen las féminas. Todo es sonrisa. Todo es regalo. Además, el talento funciona, en estas ocasiones, con retruque, y en vez de emplearse en su despliegue creativo, se emplea en su repliegue preventivo. El talento —ese Prokófiev, ese Rachmaninov, en ciernes— se enfoca en conseguir que la vida regalada sea eso, un regalo.
No pocos talentos se diluyen en el "dolce far niente" anonadador, bien uno haga periódicos esfuerzos genésicos, que más tienen de búsqueda y cumplimiento placentero que de verdadero afán progenitor.
Vivir con regalo, de regalo, para el regalo, es una buena forma de vivir, cuando uno puede vivir de las rentas, si no no es más que una forma eficaz para acabar hundido en la inoperancia, e incluso en la miseria.
Vaya, vaya, con el Nene: retrato primorosamente esbozado por tu ingenio, Beatriz, por más que haberlos haylos por las calles de nuestras ciudades (y de donde, seguro, tú lo has extraído para mostrarnoslo.
Gracias por ello, amiga mía.
Un abrazo a todos.