TRUMP Y LA INMIGRACIÓN







Silicon Valley ya no puede disponer de Médicos, Matemáticos o Ingenieros mediante el sistema de visado H1-B exprés que le permitía en tan solo 2 semanas tener a sus nuevos miembros en funciones. Trump ha cancelado el sistema de visados preferidos.

Tal como nos dice Ana Piano, asidua lectora de las páginas de “El País”: “El tema es que, Trump nunca ha necesitado nada, nunca ha vivido problemas económicos, nunca ha sido inmigrante.. nunca ha.. nunca... no tiene la más remota idea de lo que sufre la gente que sí ha tenido que luchar en la vida. El mítico alcalde de NY, el que de verdad hizo el NY de hoy... Ed Koch, judío de nacimiento, dijo de él que era arrogante, déspota, egoísta y mala persona. Todos quienes le han conocido y tratado anteriormente dicen lo mismo... así es que "de Mesías nada de nada" y nunca EEUU como bien dices, tuvo grandeza en nada, es un país grande... nada más. Y ni son autóctonos ni han respetado nunca a los que sí son de allí, los indios, a los que masacraron y quitaron absolutamente todo y encima dieron una imagen de que los malos eran ellos... ahora están alcoholizados y perdidos en el siglo XXI sin nada que decir a la sociedad y sin respeto alguno por sus costumbres. “

Lo realmente cierto es que las mentes brillantes nacen en cualquier punto del Planeta y Silicon Valley ofrece a esas mentes brillantes el sitio exacto para seguir creciendo y desarrollando sus virtudes y conocimientos.

Es evidente que el actual Presidente de los Estados Unidos no valora el potencial de Silicon Valley y ni siquiera está orgulloso que ese sitio tan especial forme parte de su dilatado imperio.

Juraría que Donald Trump aún no se ha enterado que ni Werner Von Braun ni Albert Einstein , entre tantas otras eminencias no nacieron en USA , sino que ellos también llegaron como inmigrantes.


Trump cancela el sistema de visados preferidos en Silicon Valley”
Rosa Jimenez Cano – San Francisco 5/ 03 / 2017
El País , versión digital.

Foto: Einstein por Biográfica.info.


Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Hola, Beatriz. Hola a todos.

Una cosa es una cosa y otra cosa otra, que decíamos antaño en mi pueblo, y que hoy bien podría decir un "rajoynómano".
EEUU sí ha tenido grandeza. Quizás no "Grandeur" —que eso es otra cosa— pero grandeza, sí. La tuvo para embarcarse en una guerra (la 1ª Mundial), y tras mucho pensárselo, cuando se la podría haber ahorrado. La volvió a tener veinte años después, cuando Inglaterra estuvo a punto de ser invadida por las hordas arias de un partido que pretendía durar mil años, postrada ya Francia, masacradas Holanda, Bélgica o Polonia.
La tuvo, sí, eso es innegable e indiscutible. Grandeza para enviar a sus hijos a una muerte casi segura al otro lado del océano que les brindaba seguridad (la amenaza real, muy relativa, les venía por el otro lado, por el otro océano). Y esa grandeza, es de rigor y de bien nacidos, hay que reconocérsela.

Pero es que también es la misma grandeza que hizo de ese estado lo que es hoy en día: un estado acogedor de inmigrantes (migrantes, se dice ahora). EEUU sería, a la genética canina, un "mil leches", can surgido de una mezcolanza de razas. Razas llegadas allí desde todas las partes del mundo. Esa dinámica ha seguido así desde sus orígenes... hasta hoy, que este descerebrado de Trumpo parece querer obviar.

EEUU no debe su grandeza a la cerrazón, sino, antes bien, a todo lo contrario: a ser un estado de puertas abiertas para todo aquel que quería progresar. Tierra de promisión que ha forjado el último gran Imperio sobre la tierra.
Y, sí, tiene grandes zonas oscuras en su forja. Cómo no. ¿Que estado no las tiene? Nosotros mismos, los españoles, no fuimos precisamente hermanitas de la caridad con los indígenas. Puestos a masacrar sí sé quién se llevaría la palma.

Es cierto que hay una diferencia esencial: si los foráneos (mal llamados descubridores; que ya estaban bien descubiertos desde hacía milenios por ellos mismos) acabaron con los naturales pobladores de EEUU, asimilando a un escaso porcentaje de ellos (que tuvieron que tragar, sí o sí con las nuevas reglas y marco legal), los hispanos y portugueses se dieron a un frenético mestizaje. El resultado ha sido notoriamente distinto. Hoy, EEUU es el estado que es, e Iberoamérica está compuesta por los estados que está compuesta.

Pero, repito, si precisamente EEUU es lo grande que es (ahora lo es más de lo que lo ha sido nunca, por más que se empeñe Trumpo en decir lo contrario), ha sido gracias a ese estado de puertas abiertas, a esa democracia que hombres como Washington y Jefferson definieron, y no como resultado de un mirarse al ombligo. Si así hubiera sido, probablemente estaríamos ante un mundo muy distinto del que hoy día es.

Decididamente la grandeza de EEUU radica, no en ser el gallo del corral, sino en ser garante de que en el corral pueda haber sitio para todos.

Un abrazo a todos.

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