CORRUPCION Y CRISIS


Los españoles tienen una percepción muy alta de la corrupción política de nuestro país, ha revelado un estudio de la Universidad Rey Juan Carlos. De hecho, a la pregunta “¿cree que la corrupción está muy extendida, bastante, poco o nada extendida entre los políticos?”, el 79% de los encuestados señala que sí, que la corrupción está muy o bastante extendida, y solo un 6,5% cree que lo está poco o nada. Según los autores del estudio, este “fenómeno de eco” es fundamental porque allí donde se percibe que nadie cumple la ley, los ciudadanos tienen incentivos para no cumplirla. Y se genera, por tanto, un problema de acción colectiva. SINC/T21.”

LOS ESPAÑOLES CREEN QUE HAY MUCHA CORRUPCION POLITICA EN ESPAÑA
25/06 /2012 . tendencias21.net

Estos datos son coherentes y demostrativos de una realidad.Hoy la gente percibe que las Instituciones mas emblemáticas del reino rebasan corrupción.Medidas tomadas por el actual gobierno como es la AMNISTÍA FISCAL es una clara demostración que se está premiando a LOS EVASORES, y despreciando del modo mas evidente a todos los ciudadanos que cumplen con sus deberes. La actual crisis va a distinguirse por el no cumplimiento de las obligaciones fiscales, e incluso la gente no podrá pagar los servicios esenciales de que goza en su domicilio.La corrupción destruye cualquier nación,porque la riqueza de las naciones es un eufemismo referido tan solo a cifras, números,que poco y nada tienen que ver con el dia a dia de los habitantes .Se ha visto cómo quienes perciben sobornos toman ese dinero y lo envían a los paraísos fiscales. Es decir que esa suma de dinero, no dejará un solo céntimo de ganancia al país donde se fraguó la ACCIÓN CORRUPTA. De ese modo, tenemos MILLONES DE EUROS alojados en paraísos fiscales que estan dando ganancia a los mismos DEPREDADORES que nos arrasan devaluando nuestras cotizaciones en Bolsa, nuestros bonos del Tesoro, etc. etc.

En toda esta situación cabe señalar AL GRAN AUSENTE, que es sin lugar a dudas EL PODER JUDICIAL,que no se ha personado ni investigado en las numerosas causas que surgen por el vaciamiento de las Cajas agrupadas en la sigla BFA y el mismo BANKIA, donde ni el actual Presidente ha dado explicaciones ante el Congreso de los Diputados, ni ha exigido investigación alguna.

Nos ha parecido importante dar a conocer lo que en su tiempo, el político, periodista e historiador argentino ALEJANDRO OLMOS , que “llevó a cabo un largo proceso judicial denunciando la ilegitimidad de la deuda contraída con los organismos internacionales de crédito por parte de varios gobiernos argentinos”. Alguien que con toda pasión, dedicó dieciocho años de su vida a desentrañar los entramados de la deuda externa de ARGENTINA.   

El 4 de abril de 1982 Alejandro Olmos hizo la primera presentación en la Justicia y siguió aportando pruebas hasta su muerte, el 24 de abril de 2000. Dos meses después, tras 18 años de investigación, el Juez Jorge Ballestero emitió un fallo que no tiene precedentes en el mundo, y que corrobora la ilicitud de la Deuda Externa, estableciendo la responsabilidad de los funcionarios de la dictadura que la contrajeron y la corresponsabilidad de los organismos internacionales como el FMI, que aprobaron prestamos ilícitos y fraudulentos. Puesto que la acción penal había prescripto, el Juez Ballestero remitió el fallo al Congreso, para que tome la intervención que la Constitución Nacional le confiere en el manejo de la Deuda Externa (art. 75). La mayoría parlamentaria nunca se ocupó del tema.”



Fuentes:
Wikipedia.


Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Hola, Beatriz (ya quien lea).

Pues sí, mire usté. No gustándome esa costumbre tan hispana de la autoflagelación y el cilicio (aunque, ahora que pienso, hasta ilustres pensadores anglosajones, como Sir Francis Bacon, lo utilizó durante toda la vida: cuestiones de sometimiento de los instintos, imagino, al imperio de la razón/moderación --que debían de ser en él proporcionalmente fuertes a la inteligencia--). Pues eso, que no siendo afecto a placer tan masoquistamente insano, en lo que me concierne como nacido en esta piel de toro mía, no seré yo quien abjure de picardía; que la picardía, así, tal cual nuestros más ilustres doradores del lenguaje de una vez por todas dieran carta de naturaleza y universalidad, es un pequeño vicio apenas trascendente nacido de la necesidad, como reacción del pueblo, precisamente, a la corrupción de las altas esferas (del poder en general, aunque este lo encarne un ciego o un retor de Colegio Mayor).

Pero claro, con la corrupción ocurre como con la tan subida y bajada bolita de nieve: que cuanta más velocidad alcanza y más camino recorre, más engorda (las bolitas de nieve así crecidas, qué casualidad que siempre caen "desde arriba"); se me dirá que esto no es más que un cumplirse de la Ley de la Gravedad, y asiento: grave, es grave la cosa. Que, como dices, Beatriz, aquí no se escape ni dios en ejercer tan innoble función no tiene más que una explicación: idiosincrasia. Somos un pueblo, ya lo he dicho asaz de veces, esencialmente anárquico, reacio, por tanto, a la autoridad; pues bien: cuando sentimos esa autoridad con más presión de la que podemos admitir, liberamos presión por la válvula de escape de la picardía. Solo que éstos que citas, que tan crudo se lo llevan, no a base de migajas, sino de panaderías enteras, es pasar de castaño oscuro.
Por supuesto, no todos los españoles somos así. Pero se permite, porque aquí no pasa nada. Ay, Bastilla, Bastilla, hoy en día ya no es posible tomarla, porque su lugar no es un espacio, ni sus muros son de piedra o argamasa; no, nada de eso: la Bastilla moderna se ubica en las conciencias, y ahí malamente se hará revolución, si la conciencia interesada no está por la labor...
¡Qué Dios nos pille excomulgaos!

Menos mal que aún nos queda la Roja, pero... ¿por cuánto tiempo? El domingo, la solución: Italia nos espera (otros que tal...)

Un abrazo pour tout le monde.
madamebovary ha dicho que…
Creo que el de la corrupción es nuestro gran problema. La llamada 'burbuja inmobiliaria' creció regada por el agua podrida de la corrupción, que impregnó a promotores, constructores, compradores, políticos; pagos en negro, trabajo sin contrato; y todo el dinero a paraísos fiscales. El Estado hacía (y hace)la vista gorda, y al Gobierno lo único que se le ocurre es promover una amnistía fiscal. Y lo que es peor, la corrupción ha calado hasta lo más hondo de la conciencia social: todo el mundo la rechaza, pero todo el mundo la practica. Y se cierran hospitales, centros de salud, y se despide al personal dedicado a su atención; se retiran tratamientos de enfermedades crónicas, de dolor...En suma, se desmantela al Estado en lo que tiene de protector; sólo queda su faceta represiva. (Hoy, a instancias de Rouco Varela, han sacado por la fuerza a un grupo de desahuciados que se había refugiado en la catedral de Madrid). Y ninguna instancia, como bien dice, combate esa lacra que nos corrompe y empobrece el cuerpo y el espíritu.
Anónimo ha dicho que…
Bien, mi querida bovary, madame: al ejemplo que ilustra, a lo concreto que acota, al aquí y ahora que alecciona.
Corrupción, corromper, corrupto, términos todos ellos que antes de significar lo que luego, por alusión o analogía, el uso arrimaría a ciertas prácticas y actitudes que los seres humanos, tan falibles y perecederos ellos, acabarían por adoptar de forma perversamente voluntaria, antes, digo, de tildar vicios perversos, incompatibles con la honestidad que siempre es señal de lozanía, tenían la significación que la naturaleza de las cosas les señala: cuando algo se echa a perder, se pudre, se daña, es decir: disgrega su natural y sana conformación para iniciar el inevitable proceso de degeneración que lo lleva a pudrirse y desaparecer.

¿Qué nos ha pasado en España (no sólo, pero por ceñirnos a lo que conocemos)? Cuando yo he señalado antes la picaresca como algo sustancialmente integrado en la idiosincrasia hispana, no he exagerado en lo más mínimo; al fin y al cabo esta actitud bebe de la misma fuente que ciertos comportamientos que gozan de buena fama aunque la ley los sancione como ilegales, me refiero a los que pueden cobijarse bajo el paraguas sentencioso de nuestro refranero: "el que roba a un ladrón, tiene cien años de perdón". ¿Y qué español no se siente someramente robado cuando tiene que pagar impuestos? ¿Por qué ese afán por pagar lo menos posible? ¿Por qué ponemos nuestras declaraciones en manos de expertos consejeros que "saben" cómo ahorrarnos un dinero? ¿Por qué las grandes fortunas pagan menos impuestos que los empleados que se las proporcionan? ¿A quién se defrauda? ¿Consideramos realmente infraestructuras y espacios públicos como una parte de nuestro capital privado? ¿O más bien nuestra idiosincrasia es incompatible con la consideración de lo público como parte de lo privado? (tiramos papales, botellas, colillas, escupimos, etc., en el suelo de nuestra casa? ¿Dejamos hacer pipí y cacá a nuestros perritos y gatitos en el salón?).

(continúa)
Anónimo ha dicho que…
No nos engañemos, la corrupción es un síntoma más, no la raíz de la enfermedad. Todo comportamiento que me lleve a no pensar en los demás como parte de mi familia, a despreciarlos, a aprovecharme de ellos, o, simplemente, a ignorarlos, estará contribuyendo a crear el clima espiritual necesario que dará lugar al proceso de podredumbre. Si nuestra conciencia permanece sana, lozana, fresca, no será susceptible a la corrupción, Cuando ello ocurre, cuando (como dije antes), se permite que la corrupción se enseñoree de nuestra sociedad, acabamos por darla carta de naturaleza, y eso, será posible, porque nosotros mismo habremos empezado el proceso de putrefacción. Si nos es soportable el mal olor que es inherente a todo proceso de corrupción, ello sólo puede deberse a qeu el mal olor ya está con nosotros. La debilidad, la inoperancia, el conformismo, son síntomas delatores de la falta de vitalidad... que antecede a todo proceso degenerativo, que acabará corrompiendo nuestro alma.
Aquí nadie se salva, por activa o por pasiva, por acción o por omisión.

Todos esos casos que has citado, bovary, son típicos de estados gangrenosos (de una sociedad). En ellos sí que sería preciso meter la tijera, el bisturí y cortar, recortar y extirpar, pero... ¡ay!, el cirujano está de parte de la gangrena. Y nosotros, pobrecitos globulitos blancos (¡culpables, grita la conciencia, igualmente culpables, reaccionad!) intentando parar -pagar- las múltiples infecciones.
Una última cosa. En un Estado de Bienestar, el estado no debe de ser "protector", sino eficiente gestionador de los recursos extraídos al ciudadano, producto de su trabajo (impuestos). Es decir: NO al papá Estado, sí al Estado Eficiente, Justo y Vigilante.

Tenemos lo que votamos y permitimos.
Somos tan culpables, amigos míos, como "ellos" porque no hacemos nada para remediar tanta broza y porquería, tanto mal olor (nos conformamos con taparnos las narices, o ponernos perfumes de moda) y tanta desvergüenza. Porque dejamos que campe la corrupción ante nuestras narices como si no fuera con nosotros. Eso sí, después nos quejamos (¿con qué derecho?). Aquí no va a venir ningún superhéroe a sacarnos las castañas del fuego: hemos de ser nosotros con el riesgo de quemarnos los dedos (ya, pero eso duele -se argumenta). Ergo...

"Quien roba a un ladrón... Tonto el último". ¿Estamos resignados a un sálvese quien pueda? Pues eso.

Venga, ánimo, que ya queda menos.

Otro abrazo.
Adan Esmit ha dicho que…
Hola, no conocía tu blog, pero he podido comprobar que coincidimos en algunas cosas. Enhorabuena por tus artículos.
Perséfone ha dicho que…
Lo cierto es que no sé si hay mucha o poca corrupción. De lo que sí estoy segura es de que las diferentes administraciones no dan muchas muestras de querer combatirla de una forma eficaz.

Saludos.
Anónimo ha dicho que…
gRACIAS Rodrigo,Mme. Bovary,Adan Esmit, Perséfone.Es evidente que las distinta administraciones no tienen vocación de combatir la corrupción.Pero la JUSTICIA tampoco.
Cordiales saludos.
Beatriz.

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