VITTORIO EMANUELE III: EL PESO DE LA HISTORIA




Este pasado viernes – 15 de Diciembre - arribaron al Santuario de Vicoforte di Mondori el ataúd con los restos mortales de quien fuera el último Rey de Italia Vittorio Emanuele III. Partiendo de Alejandría – Egipto - donde estaban sepultados en la Catedral de Santa Catalina ,reingresaron al territorio italiano en un vuelo militar que arribó al Aeropuerto de Cuneo.
Sus restos han quedado instalados en Vicoforte. Junto a los de su esposa, la Reina.

Sobre la cuestión de este retorno se ha expresado la Presidente de la Unión de la Comunidad Hebraica Italiana Noemí Di Segni: “En ua época signada por el progresivo deterioro de la Memoria y los valores fundamentales el regreso de los restos mortales del rey Vittorio Emanuele III a Italia no puede más que generar profunda inquietud, además porque viene a las víspera de un año signado por muchos aniversarios “ entre ellos “ los 80 años de la firma de las Leyes Racistas” .

"Es  necesario que se diga claramente, en esta sede -escribe Di Segni en una reflexión publicada en el  portal de  Información Uceiwww.moked.it - Vittorio  Emanuele III  fue  cómplice del  regimen cuyo  ascenso y violencia  abiertamente  manifestado desde  los  primeros meses del Ventenio. Ningún tribunal hizo nada por procesarlo por aquélla grave culpa. Trataremos de llenar este vacío con una iniciativa específica, en el próximo mes de Enero. Porque hoy se quiere hacer un héroe o un mártir de la Historia, y si ahora se pretende un solemne traslado al Panteón, no puede haber más que una respuesta: ningún honor público para quien lleva el peso de decisiones que han gestado descrédito y vergüenza sobre todo un País. Italia no puede y no debe olvidar”.


También el traslado del ataúd en un vuelo militar es objeto de polémica: “Alguno deberá explicar a nosotros, a la Corte dei Conti y a los italianos - ataca el jefe del grupo “Líberi e Uguali” , Giulio Marcon – por cual motivo se ha dispuesto un avión de la Aeronáutica militar,en un vuelo de Estado para regresar a Italia el cuerpo de quien no se opuso a la dictadura fascista, firmó la vergüenza de las leyes raciales contra los judíos, llevó al País al desastre de la guerra al costado de los nazis y abandonó cobardemente a sus soldados huyendo .Gobierno y Aeronáutica deben dar explicaciones por esta elección. “

Carlo Smuraglia, presidente emérito del ANPI expresó finalmente: “No se hable más ni siquiera de la hipótesis de ingresar los restos mortales en el Panteón. Basta.”


Fuente: “ La salma di Vittori Emanuele III é in Italia, al santuario di Vicoforte: riposerá accanto alla moglie” .
La Repubblica, it / 17 / 12 /17
Ilustración: The  Italian  Monarchist- blogger.  King  Vittorio  Emanuele III .

Comentarios

Albada Dos ha dicho que…
Muy interesante. La verdad siempre en la pelea dura

Un abrazo y feliz Navidad
Anónimo ha dicho que…
Hola, Beatriz. Hola a todos:

Pues sí, el peso de la historia, un lastre que algunos llevarán eternamente por mucho que se trate de reivindicar no sé qué virtudes inexistentes, o apelar a la compasión histórica hacia las víctimas colaterales.

Porque, en un sentido (uno bastante compasivo, por cierto), Emanuele III es lo que fue: víctima de su tiempo. Un tiempo en que sonaban los pífanos de los autoritarismos, sobre todo de derechas; aunque también en ese tiempo se compusiera una de las mayores sonatas izquierdistas de la historia: la soviética.

Pero estamos con Emanuele. Siendo excesivamente benévolos, este chaparro rey de Italia (que no de los italianos), fue el ejemplo más ilustrativo de lo que es ser un "títere" en un gobierno o poder delegado. Títere movido por los hilos de un titiritero que él mismo promovió a jefe del gobierno: Mussolini. Títere sin voz ni voto, apenas con corona que quizás fuese regia, pero que para nada regía.

Connivente con todos los desmanes fascistas a los que no opuso la menor resistencia —o, al menos, resistencia pública—, es complicea por acción y omisión de lo que estos desmanes supusieron para el pueblo italiano. Ni Alejandría merecía tener bajo su tierra aquellos escasos restos de quien fuera el mayor felón de la historia del siglo XX para una Italia desnortada que poco tenía que ver con la tradicional imagen de su acervo cultural.

Italia no merecía aquel epílogo monárquico. Imagino que los huesos de Cincinato, César, Augusto o Marco Aurelio se estremecerían en sus tumbas ante la insolvencia de semejante espécimen monárquico. Además, la gran Roma, la Italia reunida de Garibaldi, siempre fue una República —incluso cuando fue Imperio—.

¿A qué recibir en tierra italiana a quien fue una de sus peores pesadillas (aunque una pesadilla "colateral")?
Si no la suerte porcina de Mussolini, sí hubiese merecido la peor de las sentencias: el olvido total (como esos faraones a los que se borraba el nombre de su memoria en la Historia).

Muy oportuno tu aviso, Beatriz.
Y ahí queda el testimonio, que no todo vale en el revisionismo desmemoriado de la historia).

Un abrazo navideño a todos.

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