LA BUENA SUERTE
No
es posible saber si lo que mi Mujer suele contarme acerca del mundo
de su infancia es tal cual, o viene a ser producto de la
imaginación que el tal Dios le ha dao !
El
asunto es que me ha confiado que, en la ciudad donde transcurrió su
infancia, la gente tenía veneración por las personas de color.
Tanto, que las grandes tiendas, la más emblemáticas , tenían en el
portal de la entrada - al igual que los Hoteles - a una persona
de color, muy joven o adulto, vestido como un generalazo con
botones y alamares dorados , que se acercaban a abrir la puerta de
los autos de sus clientes.
Y
al momento, el posible cliente, dejaba una buena propina a esa
persona.
Eran
imponentes. Hombres de gran porte, circunspectos, siempre de guantes
blancos, y sus gestos calcados de los caballeros ingleses.
Según
decían, estas personas traían suerte. Verlos, movía a todo
habitué a ese lugar, a dejar al portero sendas propinas. Porque
eso sí: había que ser generoso para que la buena suerte
funcionara.
Imaginad
cómo sería este MUNDO , de bello, de justo, de maravilloso, si
la gente se comportara como los ciudadanos de esa ciudad, donde
ha nacido mi media naranja .
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Feliz 2015