BARRO ROJO EN HUNGRIA

Kolontar es un pueblo rojo. El lunes pasado, un vertido tóxico de color ocre engulló buena parte de este pequeño municipio húngaro. Sus habitantes aún hablan de ello como si se tratara de un suceso mágico, inexplicable. Una ola de barro que llegó a medir dos metros se les vino encima. No cabe duda de su dimensión. Todo el valle, sus sucias casas, árboles y camiones tienen la huella del lodo contaminante. Es el paisaje que ha dejado la rotura de una balsa con residuos de aluminio de una firma minera en 40 kilómetros cuadrados entre tres condados (Veszprém, Györ-Moson-Sopron y Vas). Al menos cuatro personas han muerto, cinco están desaparecidas, 134 heridas y varios cientos han tenido que ser evacuadas de sus hogares.
”La ola tóxica se lo llevó todo”
Rafael Mendez – Kolontar 7 /10 /2010
El País, versión digital

En la planta de traumatología del Hospital Provincial de Veszprém, en Hungría, se escuchan gritos. Salen de la habitación en la que está ingresada Eva Horváth, de 35 años. Tiene todo el cuerpo quemado y se duele de la cura que le practican las enfermeras. En la habitación contigua, su marido, Karoly, de 38, gira el cuello como si le doliera a él. Sobrecogido, pide que cierren la puerta para atenuar el volumen de los aullidos y poder contar, con medio cuerpo quemado, cómo sorprendió a su familia la ola de barro abrasiva. "Fue como una película de Hollywood, como el tsunami que vimos por la tele pero en rojo. Creíamos que era una inundación normal, hasta que al rato empecé a sentir cómo el agua roja nos arrancaba la carne. Fue horrible".
“La ola roja nos arrancaba la piel “
Rafael Mendez - Veszprém 8/10/2010
El País , versión digital

Esta mañana las noticias nos dicen que el agua potable de la zona ha quedado contaminada. También nos dicen que las aguas del Danubio no se veran afectadas ... (!) Sea como sea, el turismo internacional que opera en las rutas fluviales del Danubio va a quedar comprometido a la baja .
¿Qué determina estas catástrofes ? La falta de verdadera responsabilidad.La inercia en adoptar paso a paso las medidas de protección dirigidas tanto a los trabajadores como a proteger a la población de los elementos tóxicos que, se sabe perfectamente hasta donde pueden ser letales no solo para el medio ambiente, sino para las personas y animales. Acaso la Hungarian Aluminium carecía de representates técnicos idóneos en la materia ? Imposible !
Es evidente que ni las empresas ni los funcionarios del Estado han previsto que estas catástrofes pueden ocurrir y lo nunca imaginado sucede.
La ambición, el afán de lucro, omnubilan a quienes debieran tomar las precauciones para que las catástrofes no sucedan. El no constatar de forma permanente la aplicación de normas ambientales - que el Estado húngaro debió haber legislado - y que los agentes estatales nunca exigieron a los industriales involucrados.
Saben perfectamente cuan riesgosas son estas explotaciones. Pero a los dueños de Hungarian Aluminium estos riesgos no les han quitado jamás el sueño.
Hay que decirlo: todo esto sucede porque, en su afán de obtener las ganancias mas altas, se busca la mano de obra barata. Se trasladan los riesgos inminentes a los países mas pobres, y como siempre nos lavamos las manos como Pilatos, y hacemos igual que Boliden la empresa sueca que en Doñana realizaba una explotación similar y cuyo desastre ambiental fué solventado íntegramente por el Estado español y sus consecuencias directas sufridas en primer lugar por el medio ambiente y por la población del lugar. Los suecos bien gracias. Cubriendo los titulares de los diarios del mundo con las noticias de los Premios Nobel.